A fuerza de un trabajo silencioso, de resultados que de a poco empezaron a acompañar y un plantel de jugadores que le respondió, Lionel Scaloni se ganó el respeto y luego el cariño del hincha argentino.

Nadie, ni el más optimista y visionario, podía imaginar este presente de Scaloni. En un año, este que todavía no termina, llevó a la Argentina a ganar la Copa América, el título que no entraba a las vitrinas argentinas desde 1993, y en Brasil, ni más ni menos. Y, como corolario, clasificó al Mundial cuatro fechas antes e incluso con un partido inconcluso, el de la escandalosa suspensión en tierras brasileñas.

Pero su tono no cambió y cuando este martes poco antes de la medianoche se sentó en la sala de conferencia del Estadio San Juan del Bicentenario, se mostró mesurado como si los logros conseguidos no repercutan en su temple.

"Fue un encuentro trabado, duro, difícil. Brasil vino a hacer su partido, a intentar que no juguemos. El equipo se adaptó a las circunstancias", analizó sobre el empate en cero.

Y agregó, "haber conseguido la clasificación tanto tiempo antes del final, en una Eliminatoria durísima, es algo para estar orgullosos".

"Este año fue magnífico. La obtención de la Copa, la clasificación al Mundial y el invicto... Todo fue soñado", sentenció..