Veinte años esperando. Veinte años de trabajo silencioso, de amarguras grandes, de sacrificios enormes. Veinte años moldeando este momento, soñando que se diera en San Juan, a estadio lleno y con absoluta justicia. Y una noche se dio todo para que Ezequiel Pacman Fernández sea el nuevo campeón mundial Gold, en la categoría Welter de la Asociación Mundial de Boxeo. Fue triunfo en fallo unánime sobre el venezolano Rodrigo Caraballo con tarjetas de 97-93, 99-91 y 99-91 favorables al sanjuanino.
Se cerró así ese círculo tan ansiado por los Fernández (Ezequiel y Fito) que buscaron esta pelea consagratoria en un momento de madurez para el Pacman que venía de habre ganado una polémica pelea en San Juan a mediados de este año. Querían demostrar que se podía y salió la oportunidad de combatir por este título Gold, que lo perfila para una chance aún más importante dentro de la AMB.
En un Aldo Cantoni completo, con un marco sensacional por lo que estaba en juego, en la pelea estelar del festival que tuvo 15 peleas más, Fernández intentó el protagonismo aún teniendo menos alcance de brazos por la estatura del venezolano que demostró a lo largo de los 10 rounds estar muy bien preparado. Pacman eligió la contra porque en ese retroceso conectó los mejores golpes, especialmente con su izquierda. Así, Fernández se quedó claramente con los dos primeros rounds. En los dos capítuilos siguientes, mejoró Caraballo y emparejó todo. En el quinto asalto, Fernández volvió a encontrar la distancia en el retroceso para poder conectar al rival y hacerle sentir la potencia de sus manos.
Desde el sexto al octavo, Pacman tuvo el control de la pelea pero no pudo definir, buscando ese golpe decisivo. En los dos últimos rounds decidieron tirar todo. Caraballo presionó en el noveno y mostró un par de conexiones en velocidad que sorprendieron al sanjuanino pero en el décimo asalto, Pacman buscó asegurar la pelea con una iniciativa más agresiva y con los mejores golpes de toda la noche que incluso levantaron a la gente.
Llegó el final y en la lectura del fallo, el venezolano Caraballo no pudo ocultar su desazón porque si bien era pelea perdida en los puntos, el margen que vieron los jurados no le gustó para nada. En el otro rincón, Ezequiel Fernández supo que por fin ese momento tan ansiado, ese momento que tuvo 20 años de preparación, era realidad. Es campeón del mundo.