El cuerpo de Alberto Ramírez fue encontrado este fin de semana asesinado de tres puñaladas en su casa en la ciudad de Sauce Viejo, cerca de la capital de Santa Fe. Su hermana y los dos hijos de la mujer declararon entonces como testigos y dijeron que se había suicidado, pero terminaron detenidos por el crimen.

Los efectivos se acercaron a la vivienda de la calle Panamá al 4200 después de recibir el llamado de varios vecinos, advirtiendo sobre una "situación irregular". Después, las contradicciones que cometieron en su relato los tres familiares de la víctima fueron la clave que marcó el vuelco en la investigación y los puso a ellos en el centro de las sospechas.

El informe del equipo forense terminó de derribar la hipótesis de un posible suicidio y determinó, en cambio, que Ramírez había sido víctima de una muerte violenta. El cuerpo presentaba tres puñaladas, una de las cuales resultó letal.

Así, la mujer de 50 años y sus hijos de 24 y 29, sobrinos de Ramírez, quedaron detenidos e incomunicados por el delito de homicidio.

Tras las detenciones, comprobaron que la acusada tenía antecedentes y ya había estado presa por el secuestro extorsivo del hijo de un comerciante de la vecina localidad de Santo Tomé.

Fuente: TN