El caso estaba a punto de pasar a los alegatos, es decir al momento en que la Fiscalía, la Parte Querellante y la Defensa expondrían ante el juez su valoración de las pruebas para determinar si el vendedor de autos Sebastián Atencio Ginés (40) debía o no ser condenado por estafar a la abogada Silvia Giovanini con la venta de un Toyota Etios, operación celebrada el 5 de septiembre de 2019. Pero el propio imputado y sus defensores (el excamarista Ernesto Kerman y Federico López) propusieron a la letrada y su abogado, Gustavo Sánchez, un monto de dinero ($600.000 que ya se entregaron, dijeron) como parte de una conciliación, que puede llevar a esa causa a quedar en nada, confirmó ayer Sánchez.

La propuesta está contemplada en el artículo 59 del Código Penal, y es una de las alternativas que prevé la ley para que las partes involucradas en un conflicto (denunciante y denunciado en este caso) acuerden una salida, que lleva a la extinción de la acción penal, es decir a que la causa deje de existir como tal y el imputado quede sin ningún antecedente en su planilla prontuarial.

La fiscal de la causa, Marcela Torres, se opuso a esa salida con el argumento de que el planteo se produjo fuera de los tiempos procesales en los que cabía hacerlo.

El juez Víctor Hugo Muñoz Carpino (Sala I, Cámara Penal) escuchó también a la Defensa y la Parque Querellante ratificar su intención de aplicar esa alternativa. Y ahora deberá resolver si corresponde o no.

Así podría concluir un juicio plagado de encontronazos, en el que Fiscalía llegó a pedir la detención de un empleado del agenciero. El hecho se judicializó con la denuncia de la letrada porque el Toyota Etios modelo 2017 fue publicado en un aviso con 12.000 kilómetros y en realidad tenía recorridos 120.829. Como parte de aquel trato, la abogada entregó su auto Volkswagen Gol, 4.500 dólares y se comprometió a cancelar dos documentos por $15.000.

Los problemas surgieron cuando intentó hacer la transferencia y empezó a intimar al agenciero.

El propio Atencio Ginés le reclamó también, porque el Gol de la abogada tenía una inhibición de un juzgado de Buenos Aires por una deuda. La letrada pagó esa deuda en Buenos Aires. E inició un juicio civil para lograr la transferencia del Etios, que consiguió luego de dejar pagados en el juzgado los dos documentos por $15.000 que le debía al agenciero, indicaron fuentes judiciales.