Daiana Araceli Luna caminaba de un lado a otro. Miraba ropa, zapatillas y su proceder era al menos llamativo. Personal de seguridad empezó a observarla con más atención y descubrió que sus intenciones lejos estaban de comprar algo; al contrario, robar.

La mujer ingresó anoche, poco antes del cierre, al local del cruce de las peatonales de Casa 2000 y al cabo de unos minutos detectaron que Luna había metido entre sus ropas una remera. Una vez detenida y puesta a disposición de la Justicia bajo el sistema de Flagrancia -la calificación del delito es robo en grado de tentativa-, detectaron que la mujer tenía en sus espaldas un jugoso prontuario.

En 2012 cayó por hurto simple en grado de tentativa, en 2014 otra vez por hurto, un año más tarde por es detenida por robo agravado por el uso de arma apta para el disparo. Ese mismo año, en 2015, la denuncian por amenazas. Y siguió el derrotero delictivo en 2016 cuando fue presa por intentar robar al igual que en 2017.

En 2018 su prontuario suma una causa más, esta vez por lesiones leves y otro más por hurto simple. El año pasado dos veces más cae, una por hurto en grado de tentativa, donde el 16 de agosto determinan la suspensión del juicio a prueba por el término de 2 años e inmediata libertad pero unos meses más tarde recae sobre Luna una causa contravencional.

Así y todo, no había ningún pedido de captura vigente. Ahora será juzgada por Flagrancia y se expone a una pena de prisión de cumplimiento efectivo.