En las últimas horas se produjeron varios avances en la causa que buscar dar con el autor del disparo que le costó la vida a Víctor Hugo Salas la tarde del martes en la puerta de su casa de la Villa del Carril, en Capital. Ya son dos los detenidos que se entregaron voluntariamente, se secuestró el auto en el que huyeron de la escena del crimen y hoy la esposa de la víctima prestará su testimonio.

El fiscal de la causa, Iván Grassi, relató cómo las pesquisas llegaron al auto Chevrolet Corsa, vehículo señalado por los testigos como el vehículo en que huyeron de la escena del crimen. Según dijo, en el domicilio de calle 25 de Mayo y Juárez Celman, Villa Arce, Rawson, vive unos familiares lejanos de Franco Iván “El Lobito” Sosa, el hombre que se entregó poco antes de la medianoche de ayer en Tribunales.

“Sosa llegó después de cometido el hecho y dejó el auto bajo la premisa “lo dejo para hacer un trámite”. Con el correr de las horas, las noticias y cómo lo había tapado se dieron cuenta de que podía estar involucrado. Esas personas colaboraron y no están vinculados con la causa”, dijo Grassi en Radio Sarmiento.

Además, dijo que hay más personas involucradas, que ya fueron identificados, y que una vez detenidos se establecerá y calificará su participación.

Además, hoy se entrevistará a la esposa del fallecido para darle detalles del proceso judicial, contención de profesionales y de ser posible, se le tomará testimonio para ver si puede aportar más datos.  

Que ocurrió

La principal versión es que dos grupos rivales que también viven en Villa del Carril habían protagonizado un primer cruce en la Plaza 25 de Mayo (allí hubo algunos detenidos), durante los festejos por el pase de Argentina a la final del mundial de fútbol en Qatar. Y que luego volvieron a enfrentarse un par de veces, pero ya en Villa del Carril: en una de estas últimas ocasiones, se habla que el grupo de atacantes que mataron a Salas eran cuatro sujetos que llegaron en dos motos para enfrentar a sus rivales. Y luego, que esos mismos sujetos más otro cómplice (o tal vez otros miembros de la misma banda), volvieron en auto, pero con armas.

Fue durante ese último enfrentamiento que Salas salió a decirles que se alejaran del lugar por el peligro de andar a los tiros en un barrio con niños y personas ajenas a sus conflictos, pero lo pagó con su vida.