La muerte del adolescente se produjo en el mismo momento en que los habitantes de Morillo realizaban una marcha de vecinos, dirigentes comunales y representantes de las comunidades aborígenes por las calles, pidiendo medidas urgentes para abordar el tema que se transformó en una verdadera tragedia. Los  jóvenes consumen paco y marihuana y al mismo tiempo aspiran alcohol etílico, en "juntadas" en las que se reúnen, en cualquier esquina o baldío.

"Pedimos ayuda"

Reinaldo Ferreyra uno de los vecinos convocantes consideró: "Todos tenemos que hacernos cargo de la parte de responsabilidad que nos toca. Los padres seguramente son responsables pero también el comerciante que les vende alcohol o nafta sabiendo el destino que los chicos le darán. Gregorio Gómez residía en la comunidad La Cortada, era aborigen y sufrió este gravísimo accidente el sábado a la madrugada".

Son cinco los casos

El caso del joven fallecido no es el primero. “El primero sucedió el año pasado, cuando Sandoval Arias, de la comunidad El Chañar, se prendió fuego y murió a los pocos días. A él le siguió otro chico de apellido Sánchez, de la misma comunidad; estuvo internado mucho tiempo y hace un par de días fue dado de alta porque gracias a Dios se salvó. La tercera fue Patricia López, también adolescente, quien está en el hospital San Bernardo en Salta; se está recuperando y los padres comentaron que ya pudo hablar y alimentarse; hay otro de apellido Lávaque de 20 años que reside en La Represa y que está internado en Morillo”.

Una desaparición

El vecino se refirió finalmente a una nena de 12 años desparecida en el año 2014 "tenemos muy presente el caso de Alejandra Albornoz, otra adolescente que estaba con unos amigos en esas juntadas y desapareció en forma misteriosa. Era de La Cortada, concurría a la escuela primaria y estaba con los amigos en una juntada, la policía hizo la investigación pero nunca se supo más nada de ella”. 

Fuente: El Tribuno