Este miércoles, mediante un juicio abreviado en el sistema de Flagrancia, un sujeto fue condenado a 8 meses de prisión condicional (no irá preso) por darle una paliza a su hija porque no le hizo la comida. Además, el hombre recibió reglas de conducta y un tratamiento para tratar adicciones. 

Desde la Justicia informaron que el hecho se produjo en la noche del pasado 5 de agosto. Gustavo Ariel Rojas llegó a su domicilio y se dio cuenta de que su hija de 16 años que vive con él desde hace algunas semanas no se encontraba en la casa y no le había preparado la comida, tal como le había solicitado.

De inmediato fue a buscarla a la casa del novio, que vive en el monoblock contiguo (no detallaron el barrio), y desde abajo la llamó con un chiflido que usualmente usa. Cuando su hija se hizo presente, la increpó por no haber preparado la cena y comenzó a insultarla, mientras se dirigían a su domicilio. Allí continuó la discusión y, ante un insulto de la adolescente que tomó su mochila y quiso salir de la casa, se ofuscó y comenzó a agredirla, tirándole el pelo y dándole patadas, mientras ella intentaba irse bajando por la escalera gritando pidiendo auxilio.

A continuación, el padre la siguió y la golpeó en la cabeza contra el caño de la baranda en el descanso de la escalera del segundo piso. La adolescente continuó bajando apresuradamente y se tropezó en el último tramo, cayendo al suelo. Ante los gritos de los vecinos, que habían observado la situación y llamado a la policía, dirigiendo amenazas al sujeto, él subió y se encerró en el departamento, mientras la joven intentó dirigirse a la casa de su novio, pero antes de llegar, cayó al suelo desvanecida y habría convulsionado tres veces, siendo asistida por vecinos que se acercaron al lugar, a quienes les manifestó que su padre la había golpeado porque estaba “pasado de merca”, que le dolía mucho la cabeza por los golpes, y les pidió que llamaran a la policía, que quería denunciarlo. 

A los pocos minutos, llegó el móvil policial con personal de la Comisaría 27, que entrevistó a la joven e inmediatamente avisó al Servicio de Emergencias 107, quienes se hicieron presentes en el lugar y la trasladaron al Hospital Rawson junto con su madre, que había sido avisada por su marido (del cual se encuentra separada hace dos meses domiciliándose ella en el Barrio Favaloro junto a sus otros hijos) y por el padre del novio de su hija, que también es vecino. 

A la llegada del personal policial, informados por la víctima y los vecinos, se dirigieron al domicilio de la misma, encontrándose con el responsable en las afueras del monoblock 4, procediendo a su aprehensión y traslado inmediato a la seccional 27 de policía, atento al riesgo para su seguridad dado el estado de alteración de los vecinos que querían agredirlo.

La menor fue entrevistada y manifestó su deseo de denunciar la situación, dado que ha habido hechos previos de violencia por parte de su padre, quien padece adicción al alcohol y a la cocaína.