Un repudiable hecho fue denunciado en la Seccional 12 de la ciudad de La Banda. En esa dependencia se presentaron los padres de un joven discapacitado y -mostrando un video- acusaron a un comerciante bandeño de obligar a su hijo a tener relaciones con un maniquí.

Según consta en la denuncia que realizó el padre de la víctima, se enteró del aberrante hecho porque su hijo era el blanco de la burla de los vecinos, quienes al parecer habían recibido las imágenes grabadas por el acusado dentro de un probador.

Cuando un adolescente -primo del damnificado- recibió el video, el padre de la víctima comprobó de lo que se trataba, por lo que comenzó a indagar a su hijo.

Grave

Allí el joven -de 32 años, quien padece un retraso metal- le contó que el día anterior le había realizado trabajos de limpieza para el acusado, quien posee un local de ropa y otro de un rubro diferente de comercio.

Continuando con su relato, la víctima manifestó que una vez terminada la labor que le había encomendado, se dirigió hasta la caja registradora para cobrar por su servicio y fue allí cuando el dueño le dijo que solo le iba a pagar si mantenía relaciones con uno de los maniquíes que utiliza para ofrecer sus prendas de vestir. La víctima, sin saber que estaba siendo filmado, ingresó al cambiador e hizo lo que el acusado le había exigido.

En la grabación también se pueden reconocer las cortinas que son compatibles con las que tiene el denunciado en su comercio. El padre del joven se mostró muy afectado por la situación, entendiendo que el comerciante se valió de la discapacidad de su hijo para burlarse.

Además, el hombre sostuvo que todos los allegados a la víctima recibieron el video y que se estaría expandiendo a través de las redes. El fiscal de turno ordenó que se le reciba la denuncia, que se secuestre el teléfono que contiene el video y que se envíe la causa a la Unidad de Abusos Sexuales.

Según se supo, el comerciante ya está identificado y en los próximos días podrían ordenar varias medidas. El damnificado podría ser sometido a Cámara Gesell.

Fuente: El Liberal