Este viernes tuvo lugar una nueva audiencia por el caso del nene de cuatro años que murió luego de que se le cayera un arco encima en un salón de Calingasta y la Justicia decidió excarcelar a Adolfo Ibazeta, el dueño del local, e imputarlo por homicidio culposo.

De esta manera, el exintendente de Calingasta y actual concejal corrió la misma suerte que Gustavo Campillay, el administrador, y dejará la comisaría 35º. Ibazeta deberá cumplir ciertas medidas cautelares: no obstaculizar la investigación, que el lugar de eventos quede clausurado, prohibición para salir del país y no debe innovar su patrimonio por el plazo de 6 meses.

Fuentes judiciales explicaron que ahora Fiscalía tendrá seis meses para investigar lo ocurrido.

El pequeño Juan Hilario Uribe murió el domingo pasado cuando su familia celebraba su cumpleaños  y uno de los arcos le cayó en la cabeza. El niño no soportó las heridas sufridas y murió mientras era trasladado al Servicio de Urgencia del Hospital Rawson. 

La investigación de la UFI 4 arrojó que la ligazón entre Campillay e Ibazeta era "de palabra" o, al menos, carece de documentación firme que la respalde hasta el momento. También pudieron comprobar -a prima facie- que los permisos que habilitan el lugar están vencidos desde finales del 2019, además de no contar con ningún tipo de seguro que cubra circunstancias como la que sucedieron.