Este viernes, en Flagrancia sucedió un hecho atípico para el sistema de justicia, ya que se realizó por primera vez un careo entre las partes.

El 29 de mayo, pasado el mediodía, un joven de apellido Mejía circulaba cerca de la Escuela Néstor Kirchner, en Albardón, cuando dos jóvenes se le acercaron a pedirle fuego. En ese momento, los delincuentes le arrebataron el celular, la billetera con 1.700 pesos y documentos personales. Minutos después el muchacho llama al 911 y, en la casa de la novia de Ezequiel Salinas, aprehenden a uno de los sospechosos y los otros se dan a la fuga. Salinas, que no tiene antecedentes, se resiste a ser aprehendido por personal de la Comisaría 18 de Albardón.
Según lo que presentaron en el juicio abreviado, Salinas declaró que no tuvo participación en el hecho, por lo que el juez Lima pidió la presencia de testigos. En la declaración de los testigos, la fiscal Virginia Branca propuso a agentes de policías que participaron del procedimiento durante el hecho delictivo.
La novia de Salinas, Cinthia Castillo, aseguró conocer a la víctima del hecho y le pidió que dijera la verdad durante el careo.
La fiscal solicitó 5 años de prisión de cumplimiento efectivo mientras que la defensa de Salinas pidió la absolución. Finalmente, el juez Carlos Lima resolvió absolverlo por el beneficio de la duda.
