Una nueva balacera con sello narco se consumó este domingo por la madrugada en la zona norte de la ciudad de Rosario.

Una escuela y una capilla en el barrio Larrea donde el cura, Juan Pablo Núñez, había denunciado el funcionamiento de un búnker de venta de drogas a la vuelta del establecimiento –por eso ya había sido amenazado– fueron los blancos.

El ataque afectó el ingreso de la escuela Paulo VI –al menos siete disparos impactaron en la puerta– y la parroquia María Reina ubicada enfrente en calle Méjico 1055 bis.

Desde la fiscalía a cargo de la investigación, se informó que el ataque se produjo cerca de las 3 de este domingo y fue perpetrado desde una moto en la que se desplazaban dos personas, que están siendo intensamente buscadas.

Vecinos manifestaron que el cura venía denunciando el búnker de drogas. Es más, indicaron que personas vinculadas a la venta de droga en la zona habían hecho llegar al sacerdote amenazas de muerte si continuaba con las denuncias.