Claudia Cortez, la mujer víctima de género que mató a su marido en Godoy Cruz el año pasado, fue absuelta esta tarde en el juicio popular en su contra luego de que el tribunal no llegara a un veredicto unánime y el fiscal desistiera de insistir con la acusación.

El tribunal integrado por 12 civiles deliberó durante la tarde de este miércoles pero no logró llegar a una posición unánime sobre si la mujer tuvo la intención de asesinar a su pareja (por lo que habría limpiado la escena del crimen) o si se defendió de un nuevo ataque de manos del hombre.

Ante la opinión dividida del jurado, el fiscal de Homicidios, Fernando Guzzo, dijo que el Ministerio Público Fiscal no insistiría con la acusación y avanzar hacia un nuevo juicio ya que "debe primar la soberanía del pueblo".

"Este jurado es el fiel reflejo de la sociedad, y su decisión es perfectamente respetable. La decisión del jurado no es que el hecho queda impune por unanimidad, ni que la acusada sea culpable por unanimidad. Cualquiera sea el resultado estaremos de acuerdo y lo respetaremos", dijo Guzzo.

El caso

Claudia Jaquelina Cortez Tarabay (49) mató de una puñalada a su esposo Carlos Ernesto Pelayes (48) el 28 de junio del año pasado en la vivienda en la que vivían en calle México de Godoy Cruz.

Según la versión de la mujer, su entonces pareja llegó borracho y drogado a la casa e intentó abusarla sexualmente. Ella se defendió y en un momento encontró un cuchillo en la mesa de luz con el cual lo apuñaló.

Sin embargo el fiscal creía que Cortez había intentado ocultar el crimen ya que cuando avisaron al 911 no dijeron nada de la herida y, de hecho, el cuerpo no presentaba rastros de sangre por lo que se cree que había sido lavado. Los peritos que trabajaron en el lugar vieron agua en el suelo pero la familia dijo que era porque le habían tirado agua al hombre para que reaccionara ya que, creían, había sufrido un paro cardíaco.

 

La palabra de la acusada

"Mis hijos me pidieron que venga acá. Ellos me pidieron que diga la verdad después de tantos años de callar. Sé que lo maté, no lo niego, pero me defendí. No lo quise matar y estoy muy arrepentida por mis hijos. Los golpes existieron, no me dieron el cáncer (enfermedad que padece en el último tiempo), pero hubieron un montón de palizas" dijo Cortez.