Un joven que desde el fin de semana último era intensamente buscado, por violar y dejar al borde de la muerte a una nena de seis años, murió al ser atropellado por un camión en momentos que intentaba escapar de la Policía de Misiones en la localidad de Garupá.

Franco Emanuel Sotelo, de 24 años, tenía una dilatada carrera delictiva pese a su edad. Su especialidad era el robo de casas y en los últimos tiempos había ampliado su radio de acción. Es que la Justicia de Entre Ríos había pedido su detención por el robo de costosos relojes y joyas de la vivienda de un gerente bancariode Paraná, hecho que ocurrió hace un mes. El joven había dejado estampada sus huellas y eso facilitó su identificación.

Sotelo era buscado desde el fin de semana. El sábado, cerca del mediodía, en la zona de Pozo Azul, en la zona norte de Misiones, atacó con un fierro a dos hermanitas de seis y doce años que caminaban por la banquina de la ruta provincial 20 hacia un comercio.

La mayor de las hermanas logró escapar bañada en sangre, pero la más pequeña fue llevada por la fuerza en el vehículo de Sotelo, que partió velozmente.

La víctima fue abandonada varios kilómetros más adelante tras ser abusada sexualmente. Además, presentaba graves lesiones en el cráneo y otras partes del cuerpo, aparentemente ocasionadas por un trozo de hierro con forma de pata de cabra que fue hallado en el coche de Sotelo.

La Policía y el juez de Instrucción Marcelo Cardozo allanaron el domingo a la tarde la casa donde se ocultaba, en el barrio Los Kiris de Posadas, pero un policía le había advertido a través de un mensaje de WhatsApp sobre el inminente procedimiento. El suboficial está preso y quedaría imputado en una causa por encubrimiento y facilitación de fuga.

El joven, de excelente condición atlética, huyó por los techos y desapareció sin dejar rastros. Al día siguiente y después que la Policía difundiera su foto, un llamado telefónica hizo que la búsqueda se trasladara a la ciudad de Garupá, a sólo quince kilómetros de Posadas. Sotelo había estado en un comercio, donde compró una gaseosa y pagó con un billete de cien pesos.

La Policía rápidamente desplegó más de 300 policías en la zona e inició un minucioso rastrillaje que se mantendría hasta ayer.

Una de las patrullas que trabajaba en la búsqueda lo ubicó ayer a las 16.45 a un costado de la autovía de la ruta nacional 12, cerca del acceso a Garupá. Sotelo intentó escapar una vez más, pero al saltar el muro que divide los carriles de circulación, cayó bajo las ruedas de un camión. Todavía no se sabe si fue un hecho accidental o un suicidio ante la inminente detención.

En un primer momento fue identificado por los tatuajes que tenía en el cuello y otras partes del cuerpo. En sus bolsillos se hallaron dólares y pesos, además de su documento de identidad y marihuana.

En Misiones, Sotelo tenía catorce causas penales por robos y hurtos, algunos millonarios, pero siempre terminaba excarcelado.