La investigación por la explosión ocurrida en una exposición escolar en Ullum, que dejó con quemaduras a una alumna de nueve años, avanza con una hipótesis que tomó fuerza desde las primeras declaraciones: la posibilidad de que todo se haya desencadenado por la travesura de un niño durante la muestra educativa en la escuela Elvira de la Riestra de Lainez.

Por orden del fiscal Iván Grassi, personal de la UFI Delitos Especiales, junto a la fiscal ayudante Cornejo y efectivos de la Brigada de Investigaciones, realizaron una inspección en el establecimiento como parte del legajo caratulado como “Actuaciones Investigativas por lesiones en perjuicio de M.J.”. En este contexto también declaró la madre de la menor, quien radicó la denuncia que dio origen al proceso.

Grassi confirmó a Diario de Cuyo que la investigación seguirá “con profundidad” para determinar si existió un delito y, en caso de que así sea, identificar a los responsables.

La principal hipótesis

La versión inicial indica que todo ocurrió durante una exposición en la que alumnos de sexto grado mostraban trabajos a estudiantes de cuarto. En uno de los sectores había un volcán de experimento escolar, que funciona con un pequeño chispazo.

Según los primeros testimonios, un niño habría tomado una botella de alcohol etílico y, a modo de travesura, la apretó como si fuera un pomo, lo que generó que el líquido cayera directamente sobre el volcán. Ese contacto habría provocado una combustión repentina, alcanzando a la alumna de cuarto grado, quien sufrió quemaduras en su cuerpo y permanece internada en el Hospital Rawson.

El fiscal aclaró que esta hipótesis sigue bajo análisis y que se trabaja para confirmar si realmente fue un alumno quien manipuló el alcohol o si pudo haber intervenido un adulto, como un docente o un padre presente.