El juicio contra la médica Daniela Saldívar Ozán, acusada de mala praxis en un parto ocurrido en 2021 y que tuvo como consecuencia la muerte de un bebé, avanzó esta semana con la declaración de más de treinta testigos, entre profesionales de la salud, peritos, enfermeras y otros trabajadores vinculados directa o indirectamente con el caso. Tras esta etapa, se inició la lectura de la prueba documental y se espera que la próxima semana comiencen los alegatos.
En el sistema de enjuiciamiento vigente, el juez —en este caso Ramón Alberto Caballero— que llega al debate no conoce la causa con anterioridad, por lo que tanto la fiscalía como la defensa utilizarán las declaraciones para explicar qué buscan demostrar y cómo pretenden sostener cada teoría del caso, para posteriormente hacer los pedidos de condena o absolución.
De manera general, la fiscalía, que lleva la acusación, sostuvo que el parto presentó múltiples indicadores de riesgo que, según su interpretación, debieron haber llevado a modificar la conducción del trabajo de parto a una cesárea.
Para el Ministerio Público Fiscal (MPF), los testimonios de especialistas y profesionales de la salud respaldaron su hipótesis sobre un manejo inadecuado del proceso y sobre la existencia de maniobras no recomendadas por la medicina moderna. La maniobra en cuestión es la de Kristeller, consignada como “peligrosa” y “controversial”, que consiste en aplicar presión sobre el abdomen para ayudar al descenso del bebé.
Desde el MPF resumieron con la declaración de una enfermera que el caso fue “un parto de terror”. La profesional habría insistido con el parto natural por más de cinco horas, a pesar de que el bebé se encontraba estancado, había poca dilatación y la madre estaba estresada y agotada.
En su planteo general, el fiscal Francisco Micheltorena mantendrá que la acción de Saldivar Ozán llevó a que el bebé naciera en estado crítico y falleciera posteriormente. A partir de esos elementos, la fiscalía pedirá tres años y seis meses de prisión efectiva y 10 años de inhabilitación para ejercer la medicina.
Por su parte, la defensa, encabezada por el abogado Joaquín Moine, planteó una lectura completamente distinta del desarrollo del juicio. Según su postura, la fiscalía no logró sostener de manera sólida los aspectos que inicialmente consideraba centrales y, a medida que avanzaron las audiencias, surgieron dudas razonables sobre la acusación.
De manera general, la defensa remarcó que la mayoría de los testimonios —incluidos los de enfermeras y profesionales que asistieron al parto— no se mostraron categóricamente a favor ni en contra de la médica, sino que se limitaron a describir cómo transcurrieron los hechos. También enfatizó que algunos peritos y especialistas aportaron explicaciones que, desde su perspectiva, respaldan la posibilidad de que el cuadro del recién nacido no estuviera vinculado a una mala praxis por parte de la acusada, sino que podría existir responsabilidad de otros médicos involucrados antes o después del parto.
En cuanto a la técnica discutida durante el juicio —uno de los ejes principales del debate— la defensa sostuvo dos puntos: que “no fue aplicada”, según lo declarado por la propia médica y testigos de su entorno profesional; y que, aun si hubiera existido, “no se trata de una práctica prohibida” en los estándares médicos actuales. En el cierre de su postura, la defensa adelantó que solicitará la absolución.
Falso testimonio
Al finalizar la etapa testimonial, la fiscalía solicitó que el juez disponga una investigación por presunto falso testimonio contra tres colegas de Saldívar Ozán —dos de San Juan y una de Buenos Aires— por contradicciones detectadas en sus declaraciones.
Con la lectura de la prueba documental en marcha, el debate entrará la próxima semana en su fase final. Se prevé que el juez Caballero escuche los alegatos del Ministerio Público Fiscal y de la defensa.
El juicio, que ya suma jornadas extensas con declaraciones detalladas, argumentaciones técnicas y lectura de pruebas, se encamina hacia una resolución judicial que quedará en manos del juez una vez que ambas partes expongan sus conclusiones.

