A un día de la visita de Cristina Fernández de Kirchner, el senador peronista Miguel Ángel Pichetto desembarcó ayer en San Juan con el traje de candidato a vicepresidente de Mauricio Macri y tuvo un mano a mano en el programa "A todo o nada" de Radio Sarmiento. De estilo frontal, criticó la gestión kirchnerista, respaldó al Gobierno nacional, resaltó la figura de su candidato Marcelo Orrego y también tuvo palabras de elogio con Sergio Uñac. En su agenda, brindó una conferencia de prensa, se reunió con empresarios y comerciantes en la que se mostró en contra de las retenciones y de apostar al ferrocarril para abaratar costos de transporte. Y también mantuvo un encuentro con la militancia.

- En la reunión que tuvo con empresarios y comerciantes le pidieron por el subsidio a los fletes, ¿es posible?

- Son políticas que pueden analizarse. El subsidio es un paliativo de vuelo corto. Lo que digo es que hay que cambiar el sistema de transporte para que la Argentina también tenga viabilidad. El transporte no puede ser por vía terrestre porque el costo del camión es extremadamente alto. En términos de la competitividad del producto, se tiene que recuperar el ferrocarril de carga.

- Dice que los subsidios son cuestiones de corto plazo, ¿cuál sería la solución?

- En el mundo hay dos ejes que no se modifican. Uno es que la salida de cualquier país es por la vía de un capitalismo inteligente, con flexibilidad para comprender las realidades económicas de las economías del interior, con defensa de la industria nacional y del trabajo. Segunda definición: no se puede gobernar con déficit fiscal, gastando más que lo que el Estado recauda. 

"En las últimas encuestas se visualiza un crecimiento muy fuerte de la fórmula que encabeza Macri".

- ¿A cualquier costo el déficit cero?

- Hemos hecho un esfuerzo el año que pasó con un presupuesto de déficit cero. Hemos superado una crisis profunda por la devaluación y hoy la economía empieza a estabilizarse en el tipo de cambio, que tiene que ser competitivo porque, de lo contrario, las exportaciones no tienen rentabilidad. Siempre que hubo un tipo de cambio bajo, la actividad económica descendió brutalmente para las economías regionales y sectores como la minería, el petróleo, el turismo. Hay que tener al dólar en un punto de equilibrio. Tampoco tiene que ser excesivamente alto que impacte en el consumo.

- ¿Los empresarios le pidieron que se supriman las retenciones a la exportación?

- La retención, como también lo afirma el Presidente, es un impuesto distorsivo. Puede ser de aplicación a la Pampa Húmeda, a una estructura como la sojera, que tiene un sistema maquinado, sin mano de obra intensiva. A la economía regional no hay que aplicarle retención, dado que es muy finita la rentabilidad y hay mucha mano de obra. El rumbo del presidente en los primeros dos años era bajar retenciones e ir eliminándolas. La crisis de 2018 y la devaluación lo obligó a tomar medidas en orden a volver a instalarlas. 

- ¿El Gobierno está en condiciones de eliminarlas?

- Son pasos graduales, ahora bajó un punto para productos primarios de las economías regionales y es importante. Tiene lógica porque reconoce que la economía regional no puede compararse con la sojera. 

- En plano político, las encuestas dicen que quedan abajo en las PASO...

- Hoy hay un escenario de mayor paridad entre las dos propuestas. Vamos a hacer una muy buena elección. En San Juan vamos a ganar. Orrego es una figura renovada frente a José Luis Gioja, quien ya tiene un tiempo histórico cumplido.

- Gioja lo tildó de traidor...

- Ese es un concepto muy precario porque carece de sustento. Uno no traiciona sus ideas. Ha habido una malversación de esas ideas en la conducción política del partido, en la alianza con sectores de la izquierda populista. Hoy el kirchnerismo es una expresión de izquierda con una mirada errónea y que atrasa. Lo que estoy discutiendo es un núcleo de ideas, qué es lo que le conviene a la Argentina. Un modelo de intervención económica muy rígida, estatista, con intervención de la economía y el mercado de capitales y, eventualmente, el cepo. O una economía abierta, capitalista, inteligente y que se integra a los mercados. 

- ¿Cómo vio que Gioja sellara la alianza con el kirchnerismo?

- Cuando lo elegimos presidente del partido, lo hicimos para fortalecer el peronismo y a una visión del centro nacional moderado. La decisión de ir al encuentro con el kirchnerismo fue un error político. Truncó un proceso democrático que el peronismo necesitaba para renovarse, para darse candidatos que surjan democráticamente y no del dedo o de la mano de la expresidente y de La Cámpora. 

"El kirchnerismo es una izquierda más identificada con corrientes populistas latinoamericanas".


- En su visita, Cristina le lanzó un tiro por elevación al señalar que ella siempre estuvo en el mismo lugar... 

- Si, yo también. Siempre estuve en el espacio del centro nacional moderado. Estuve en el peronismo toda mi vida, sigo siendo peronista y he avanzado hoy a una conjunción superadora que puede permitirle a la Argentina superar la grieta. No considero haber traicionado nada ni a nadie, el partido me ha dejado a mí, a las ideas que siempre tuve.

- Se nota que no siente culpa...

- Para nada. Creo que hice lo que le conviene a los intereses de la Argentina. Después la sociedad evaluará con el voto si lo que hice es correcto o no. La peor traición es con el propio país. Lo que importa es la Argentina y lo que decidamos ahora también en la ratificación del rumbo, aún con los procesos de incertidumbre. 

- ¿Se ve de vuelta en el PJ?

- Hay que construir. El ciclo político del kirchnerismo está terminado. Ha durado demasiado en términos de permanencia política en la Argentina. La señora expresidente ha mantenido una gran gravitación en la política argentina. Hoy sigue siendo la centralidad de esa propuesta, la verdadera candidata es ella. Nadie puede desconocer que el poder y los votos los tiene ella. Eso plantea otros interrogantes de cara al futuro. 

- ¿Sobre quién va a manejar el país?

- Sí, claro.

- ¿Quién lo va a manejar?

- No hago futurismo ni tampoco desprecio el nivel intelectual de Alberto Fernández, pero cuando el poder no está en la figura del presidente, hay escenarios de conflictos. Es importante que coincida el poder real con el poder formal del cargo. 

- ¿La ve a María Eugenia Vidal como sucesora de Macri?

- Es una figura y un liderazgo muy moderno, de mucha sensibilidad también. Me pareció una figura interesante y muy potente el jefe de la Ciudad de Buenos Aires, Horacio Rodríguez Larreta. Por ahí pasa el camino de una renovación cuando transcurran los cuatro años del Presidente, que va a ser reelegido. 

- ¿Qué ve en Orrego como cualidad superadora para encarar una pelea que ya nace con adversidades?

- En primer lugar, veo experiencia por haber sido intendente. Veo una figura joven y una visión moderada sobre cómo debe ser la tarea en el Congreso, cómo se debe construir consenso. Es una proyección de cambio y de futuro en la propia provincia. 

- Si Orrego es diputado, ¿a qué bloque va ir?

- Al bloque del espacio federal que va a apoyar a Juntos por el Cambio. Va a defender los intereses de San Juan y las economías regionales.

- ¿Tiene algún futuro protagónico Uñac en la renovación del PJ?

- Es una de las figuras modernas más interesantes que aparecen en el firmamento del peronismo, en el final del kirchnerismo. Es una figura a tener en cuenta de cara a la reconstrucción del PJ. 

- ¿Los ve trabajando juntos a Orrego y a Uñac?

- Lo generacional agrupa, es superador de diferencias históricas, de viejos odios, de cosmovisiones ideológicas que separan. 


- ¿La gente se banca tantos cambios?

- Hoy hay una reconfiguración del sistema político en el mundo. No hay modelos de partidos tradicionales. En España, si Sánchez (Pedro) no hace una alianza con Podemos, con la izquierda, no va a poder armar gobierno. Tiene que ir a un gobierno de coalición. De hecho, no lo pudo hacer. En Italia gobierna la Liga Norte con el Movimiento Cinco Estrellas y todo el sistema partidocrático italiano. 

"Cuando hay endeudamiento y la economía delicada, el camino de una nueva moratoria sea correcto".

- En América eso todavía es incipiente ¿no?

- Está comenzando a ocurrir porque, en el fondo, lo que hay hoy es una discusión con dos coaliciones, una de centro y una de izquierda, de centro izquierda. 

- ¿A los gobernadores peronistas les conviene más un gobierno Macri-Pichetto que Fernández-Fernández? 

- Por supuesto. Es que lo que les conviene es lo que ha ocurrido en estos tres años y medio, en donde los gobiernos provinciales han recuperado masa de coparticipación. El 15 por ciento que les retenía el Anses lo tuvieron en base a las negociaciones que sostuve en el Senado con ellos como partes. El gobierno de Macri, a pesar de las dificultades que hubo en 2018, ha sido el más federal de todos los gobiernos, ya que les devolvió los recursos a las provincias. El Gobierno de la señora expresidente le quitaba lo que les pertenecía.

- ¿Podría asegurar que Macri va a cumplir sus promesas de campaña si es reelecto?

- En realidad hubo problemas estructurales de la Argentina que no se resolvieron a tiempo y que llevaron a un proceso de crisis en 2018. El camino que hoy está planteando Macri no son falsas promesas, sino continuar con el esfuerzo realizado en términos del orden fiscal y avanzar a esquemas de integración internacional que permitan a la Argentina ampliar sus bases de sustentación económica. 

- ¿Va a influir en el bolsillo de los argentinos?

- Por supuesto, porque eso implica inversiones, trabajos, que las economías regionales puedan exportar y entrar con arancel cero a Europa.