Adolfo Caballero nació en Las Flores, departamento Iglesia, en el año 1943. Egresó en 1967 de la Universidad Católica de Cuyo con el título de abogado, ejerciendo desde entonces activamente como especialista en derecho laboral y siendo, por varios años, dirigente del Colegio y Foro de Abogados de San Juan.

Además se desempeñó desde 1985 como Jefe de Legales de la Cámara de Diputados y participó en política desde el Partido Bloquista, fuerza por la cual fue candidato a vicegobernador. Pero fue en 1995 cuando tocó la cima de su profesión, alcanzando la meta más anhelada por un hombre de leyes al ser designado Ministro de la Corte de Justicia de la Provincia de San Juan. 

Su cuna marcó su otra pasión, el gusto por el folclore y las destrezas gaucha. En 1974 presidió la Comisión de Carreras del Jockey Club, institución de la que llegó a ser secretario y hasta la actualidad socio vitalicio. En 1980 se incorporó a la renombrada Agrupación Gauchos de José Dolores, donde tuvo el privilegio de organizar la primera cabalgata gaucha al cerro de la Gloria, de Mendoza.

En 1982 participó en la constitución de la Federación Gaucha Sanjuanina, integrando a Peña la Tonada y Encuentro de los Cuyanos a otra media docena de agrupaciones gauchas. En 1989 fue elegido presidente de esta institución, cargo que ejerció hasta el año 1999. A lo largo de su gestión, aquel puñado de agrupaciones iniciales se convirtió nada menos que en 52 centros tradicionalistas agrupados. También en ese período se llevó a cabo la primera Cabalgata a la Difunta Correa y en 1997 el primer Cruce de los Andes por la ruta seguida por el general San Martín (Patos Sur), organizado junto al RIM 22 y el gobierno provincial, en esa ocasión con la participación de civiles.

El 19 de septiembre de 1999 fue elegido por voto unánime presidente de la Configuración Gaucha Argentina, cargo que dejaba por renuncia el fundador de la institución, comodoro Juan Jose Güiraldes.

También desarrolló un abanico de acciones sociales, como fue el acuerdo con la Asociación Catalana para el Tiempo Libre y la Cultura (ACTLC) para implementar planes productivos en zonas rurales con problemas económicos, o el programa El gaucho en la escuela, cuya finalidad era afianzar nuestra cultura y tradición en los más pequeños retoños de la nación.

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Publicado por Diario de Cuyo en martes, 10 de abril de 2018