Mario Varela

La primera voz en alzarse de los 38 efectivos del Penal de Chimbas desplazados por el Ministerio de Gobierno sospechados de corrupción y complicidad, es la de el prefecto Mario Varela, que era ni más ni menos el efectivo de mayor rango que apartaron. Ocupaba el cargo de subdirector.

En su cuenta de Facebook, el hombre se descargó con todo y cargó las tintas, principalmente, sobre lo obsoleto del sistema carcelario y obvió cualquier maniobra de la que se acusa a estos empleados del SPP.

Varela habla de "una gran bronca" que siente y apunta a que fueron "fusibles de los políticos", y que "nunca salieron a decir la verdad de esta cárcel devastada". Además cuestionó que se lo mezcle "en cuestiones como tranzar y estar prendido con toda la mersa de la provincia".

El prefecto aseguró que "hace aproximadamente 17 años se les viene diciendo a los diferentes políticos de turno y quienes hacen caso omiso a nuestros informes referentes a problemas, de hacinamiento extremo, hoy 1500 internos para 550 plazas, con cloacas, sistemas eléctricos, agua potable y demás servicios colapsados, falta de personal, sin tecnología, sin armas y elementos mínimos para la protección del personal, sin equipos de comunicación, todo pedido"

También desmintió un presunto "arreglo con los internos". Sobre el final, mandó una fuerte arenga a los penitenciarios: "Deben estar más unidos que nunca y espero tengan un buen final de carrera".