El cortista Adolfo Caballero Vidal,  imputado por su presunta participación en delitos de lesa humanidad cuando era magistrado de primera instancia,  se mostró molesto durante la inauguración del edificio de Flagrancia ante las preguntas de los periodistas locales.

Visiblemente incómodo evitó contestar sobre la investigación judicial que se lleva en su contra y afirmó que los cuestionamientos "rondaban la falta de respeto".