El 15 de abril se vence el plazo que estableció la Corte Suprema para tener una nueva ley del Consejo de la Magistratura, pero el Frente de Todos y Juntos por el Cambio no logran ponerse de acuerdo para elegir a los representantes del Congreso. Ante esto, según consigna el escrito del máximo tribunal, si para esa fecha (este viernes) no hay una norma que regule la composición del organismo, se debe volver a la conformación de 1997 que, entre otras cosas, indica que el presidente de la Corte debe estar al frente del cuerpo encargado de nombrar y despedir a los jueces.

El jueves 7 de abril, el kirchnerismo logró darle media sanción en el Senado a su proyecto para reformar el Consejo -que excluye a la Corte-, pero la iniciativa no se aprobará en Diputados antes del 15, según anticipó el titular del bloque oficialista, Germán Martínez.

En diálogo con Infobae, Oscar Parrilli, impulsor de la ley que se aprobó en la Cámara alta, sostuvo: “Antes de pensar qué va a pasar el lunes, hay que analizar lo que está haciendo la Corte Suprema, que no es más que un golpe institucional al Consejo de la Magistratura. Es de una gravedad institucional inusitada. Así como la Corte Suprema de 1930 convalidaba golpes, ahora lo hacen Horacio Rosatti y Carlos Rosenkrantz, dos personajes que aceptaron asumir por decreto y que hicieron la vista gorda durante todo el macrismo”.

El senador del Frente de Todos señaló que el eje de la discusión no tiene que ser qué va a pasar el próximo lunes “porque no va a pasar nada” y que lo que terminó sucediendo es que la Corte con su decisión “logró lo que buscaba, que es que ahora que venía funcionando paralizar al Consejo de la Magistratura”.

La decisión de Parrilli de hablar tiene que ver con que en el kirchnerismo entienden que se “normaliza que la Corte intervino en la constitución del Consejo de la Magistratura”. Ante esto, el hombre de confianza de Cristina Kirchner advirtió: “Nosotros partimos de la base de que no hay conflicto posible si se los equipara, porque se nace de un intento de subvertir el orden institucional por la Corte”.

Con estas definiciones, el senador más cercano a la titular de la Cámara alta anticipó lo que desde la oposición vienen adelantando: Cristina Kirchner no va a firmar la designación del senador que debería asumir el próximo lunes.

En la Cámara de Diputados se va a abrir un espacio de diálogo, pero desde Juntos por el Cambio entienden que será más un proceso de dilatación que una salida ordenada.

Desde el entorno del presidente de la Cámara baja, Sergio Massa, confirmaron que habrá un llamado a los líderes de los bloques de la oposición a una reunión el próximo lunes -con el plazo ya vencido- para debatir sobre el Consejo.

Para el jefe del bloque de la UCR en Diputados, Mario Negri, los dichos de Parrilli “ponen a la Argentina a las puertas de un gravísimo conflicto de poderes” porque, según su visión, “los fallos de la Corte no son de cumplimiento opcional” sino que “son obligatorios”.

“Parecería que el kirchnerismo quiere reeditar lo que hizo cuando desplazó al Procurador General de Santa Cruz, Eduardo Sosa. La Corte declaró ilegal lo actuado y ordenó reponer al Procurador en su cargo, pero sistemáticamente se incumplió con ese mandato”, recordó Negri.

Y agregó: “Ahora quieren ir por ese camino y para eso cuestionan algo que jamás estuvo en discusión en la Argentina, que es el sistema de control de constitucionalidad por el cual desde que se constituyó la Corte Suprema en 1862 es el tribunal que tiene la última palabra cuando se cuestiona la validez de una norma”.

“No vamos a permitir que los presidentes de las Cámaras del Congreso repitan lo que hizo Néstor Kirchner en Santa Cruz cuando incumplió el fallo de la Corte por el caso del Procurador Sosa”, completó el jefe del bloque UCR.

En el kirchnerismo le siguen apuntando a los jueces de la Corte y señalan que es mentira que no pueden integrar el Consejo, sino que simplemente “no quieren pasar por el proceso del voto.”

“La Corte es una instancia más de la Justicia, por lo que si uno de sus miembros integraba una lista con otros jueces y se somete a elección puede integrar el Consejo. Y no solo eso, si sus pares en el Consejo lo eligen podría presidirlo. El problema es que ellos no aceptan someterse al voto”, explicaron desde el oficialismo.