Este miércoles, después de semanas de inactividad, la gestión del fiscal General Guillermo Baigorrí reactivó la comunicación con la prensa. Era uno de los pendientes del jefe del Ministerio Público que ahora puso al día. Resta conocer fehacientemente cómo será la ejecución del plan de comunicación.
El domingo pasado, este diario publicó una columna de opinión con los interrogantes que deberían inquietar a Baigorrí ahora que es la máxima autoridad de la Fiscalía General. La principal muestra de autoridad la dio cuando, ni bien quedó designado como fiscal General por la Cámara de Diputados de San Juan, pidió la renuncia de los cuatro hombres de confianza del difunto Eduardo Quattropani. Tuvo además gestos con la Corte de Justicia, cuya presidenta, Adriana García Nieto, hizo hincapié en que “el Poder Judicial es uno solo” durante el discurso de asunción de Baigorrí.
Por eso, este diario consultó sobre la puesta en marcha del máster plan de comunicación pública del Ministerio Público (Fiscalía y Asesoría). No hubo una respuesta. Ante el silencio, formuló una serie de preguntas acerca del equipo de comunicación y sobre la decisión de poner profesionales a cargo del “filtrado” de los casos que siguen las Unidades Fiscales de Investigación (UFI).
“La comunicación tiene dos partes. Una es el día a día: contar las noticias y las tareas que desarrolló la fiscalía. Hoy todos los fiscales pasan un parte y eso llega a la prensa. Creo que ahí se podría aplicar un filtro, un criterio más propio de profesionales de la comunicación para transmitir la información procesada. No es necesario contar todo, sino los casos más relevantes, y reservar datos cuando corresponde a la investigación, a la identidad, a la presunción de inocencia o a las necesidades comunicacionales”, especificó el fiscal General a este medio en una extensa entrevista que concedió el día de su designación.
Dejó tela para cortar.¿Aplicar un filtro? ¿No es necesario contar todo? Son preguntas que surgen de las declaraciones del hombre que maneja los hilos del sistema acusatorio adversarial. Son preguntas que no necesariamente indican un señalamiento negativo como quisieron hacerlo ver algunos periodistas del ámbito del streaming. Pero sí son consultas lícitas sobre el manejo de la información sensible del Ministerio Público.
Este miércoles 17 de diciembre, la Fiscalía General reactivó el grupo “Periodistas” que creó el difunto Jimmy Quattropani y que sirvió para la comunicación de casos. Si bien no hubo detalles sobre quién está a cargo y qué instrucciones tiene, la novedad es que difundieron nuevamente las causas con todos los aspectos necesarios: tipo de hecho, UFI a cargo, descripción del hecho, fecha y hora, fiscales intervinientes.
Entre otras cosas, ahora a Baigorrí sólo le queda definir el nombre del sucesor o sucesora de la defensora General, Mónica Sefair. Es una decisión exclusiva del fiscal General, que tiene que contemplar el perfil y designar a alguno de los defensores oficiales en actividad con cinco años de antigüedad.
¿Nombres? Hay muchos. Junto con ellos, hay especulaciones. Pueden ser algunos experimentados.
En tren de posibles candidatos, figura la defensora de la Niñez, Mariela López, del riñón de Sefair, pero demasiado cercana al senador nacional Sergio Uñac. También puede estar Alejandro Martín García, un defensor de estilo mediático que, según dijeron fuentes internas, es tan resistido como eficiente.
Asimismo, en cuanto a una eventual afinidad política, está Paulina Slavutsky, de cercanía con el intendente de Rivadavia, Sergio Miodowsky. En contraposición, un hombre que tiene una distancia partidaria con Baigorrí, pero con la preparación suficiente para el cargo es Marcelo Salinas, quien supo formar parte del equipo del exministro de Gobierno de José Luis Gioja, Adrián Cuevas. Más atrás, aparece Carlos Reiloba.
En tanto, entre los nuevos (con menos antigüedad) que pueden aspirar al cargo en caso de una modificación de la Ley de la Defensa, figuran el peronista Daniel Turón y la pseudo oficialista Romina Solera.

