La pasión por la Selección argentina no tiene límites, mucho menos después de la histórica consagración en el Mundial de Qatar 2022. Los hinchas apelaron a diversas cábalas y promesas para darle un empujoncito a Lionel Messy y compañía y este lunes esa mezcla de fanatismo y devoción se vio reflejada en el santuario de la Difunta Correa. 

Este diario fue hasta Vallecito y sobre el mediodía logró conocer dos historias muy particulares de personas que viajaron desde otras provincias para cumplir luego de que se haga realidad la tercera corona mundialista para el país.

Por un lado, Eduardo Ernesto Gónzalez, un exfutbolista de 69 años, salió junto a su esposa desde su casa de Mendoza a la 7 y, luego de un viaje placentero, arribó a la localidad caucetera tres meses después de su última visita.

Según contó, a diferencia de otras oportunidades, esta vez le pidió a la Difunta Correa que Argentina salga campeón del mundo y la solicitud no fue por salud. "Siempre cumplo porque siempre me ayuda. Ahora traje un bidón con agua, pero antes hie donaciones de bolsas de cemento y demás", dijo.

Eduardo vio el partido en soledad porque aseguró que le gusta el silencio y compartió que decidió no ponerse la camiseta con la que llegó a Vallecito hasta que no finalizara el encuentro ante Francia.

Por su parte, Juan Manuel es sanjuanino y tiene 44 años. Hace dos años vive en Córdoba y, luego de ver la final junto a su tío en la provincia mediterránea, se abrazaron y le dijo que iba a venir a San Juan a cumplir con su promesa.

"Pasamos muchos nervios y esta mañana a primera hora emprendí el viaje a la Difunta porque siempre fui devoto. Luego de cumplir voy a visitar a unos familiares en Rawson y luego regreso a Córdoba", comentó.