La conjunción de elementos generó escalofríos: una foto algo borrosa de un rostro, pinchada con alfileres en puntos clave, bañada con sangre y sobre un cuerpo formado con velas blancas y violetas y un paño negro. Todo eso fue encontrado en plena plaza 25 de Mayo. El destinatario: nada más y nada menos que el entonces gobernador, Jorge Escobar.

El hallazgo fue realizado el 8 de junio de 1998 y provocó un tanto revuelo que la Policía investigó el caso y, por las dudas, hizo exorcizar los elementos.

Todo comenzó durante la madrugada de aquel lunes feriado. Personal de la empresa de Mantenimientos y Servicios, que estaba realizando tareas de reparación en paseos públicos de la provincia y justo recorría la plaza principal, entró en alerta al ver las flores rotas en uno de los canteros. Los hombres se acercaron y observaron el papel blanco con los bordes quemados y el dibujo de una cruz invertida. Sobre esa imagen estaba la foto tipo carnet con la cara del Mandatario.

La fotografía tenía los alfileres clavados en la zona de los ojos y el cuello y sobre ella, además, habían desparramado tierra.

De inmediato, los hombres dieron aviso a la Policía, que llegó hasta el lugar, captó imágenes del ritual y retiró cuidadosamente el conjunto de objetos, con el fin de analizarlos.

Por un lado, mandaron muestras de la sangre a un laboratorio y allí determinaron que era de gallo. A la vez, se comunicaron con un cura, para que bendijera los elementos y “rompiera el hechizo”.

Aunque trataron de dar con el o los responsables, nunca hubo certezas. Mientras que, Escobar no se pronunció al respecto. Los que sí hablaron fueron los expertos en parapsicología consultados en ese momento. Todos coincidieron en que se trataba de un ritual de magia negra con connotaciones negativas.

Tres casos en 10 días

El del extraño ritual contra el Gobernador fue el tercer caso detectado en la provincia en sólo 10 días. El 1 de junio de ese año, empleados encargados de la limpieza del Parque de Mayo descubrieron en la zona de “la montañita”, dos bandejas de telgopor que contenían golosinas, frutas y verduras. A su lado había una botella de agua y un papel afiche dibujado y con indicios de haber sido quemado con cebo de vela. Además, habían hallado pericotes muertos prolijamente acomodados en los sanitarios y granos de sal dispersos en las 4 esquinas del predio.

En ese caso, nadie hizo la denuncia. Sin embargo, pasaron varias horas hasta que el alguien se animó a tomar los elementos con una pala y tirarlos a la basura.

Dos días después, jóvenes de Caucete encontraron elementos de ritual en el cerro Pie de Palo. En este caso se toparon con figuras de círculos, triángulos y estrellas con velas de colores, ubicados al costado de una huella. Luego de que el caso trascendiera, un grupo de chicos de la religión católica se reunieron a rezar en la zona y una vidente llegó al lugar para analizar el maleficio, del que nunca se conoció el destinatario.