El empresario sanjuanino que llegó de Cancún e ignoró la cuarentena continuará con prisión domiciliaria hasta que se desarrolle el juicio en Flagrancia, pactado para el 3 de abril próximo, según fuentes judiciales.

Se trata de Andrés Icazati, propietario de un conocido mayorista, quien por su actitud se ganó el repudio generalizado en las redes sociales tras la difusión de su caso.

Según datos judiciales, Icazati cumple este domingo los 14 días de cuarentena obligatoria, pero no podrá salir a la calle hasta que sea juzgado. Actualmente se encuentra en su casa de un exclusivo barrio privado de Rivadavia.

Esta mañana el caso fue presentado en Flagrancia. El empresario escuchó por videoconferencia la acusación del fiscal Iván Grassi, quien a su vez le solicitó al juez Carlos Lima que se considere competente para juzgar el caso. El defensor de Icazati es Jorge Lecich.

Icazati había llegado de la ciudad mexicana de Cancún el miércoles 18 de este mes, cuando fue notificado por la Policía que debía cumplir con el aislamiento obligatorio en el lugar que había elegido, una habitación del Gran Hotel Provincial, por lo que había asumido el compromiso de respetar la cuarentena. Sin embargo, anduvo de compras, regresó al hotel y fue detectado en la madrugada del último sábado por la fuerza de seguridad cuando entraba a su casa en Rivadavia.  

El empresario, que quedó imputado bajo la figura que contempla tal infracción (artículo 205 del Código Penal), "manifestó que había salido a comprar mercadería y que entendía que podía hacerlo. Pese a que había sido notificado expresamente por la Policía (sobre el aislamiento) y de existir un acta en la que él mismo reconoce la firma", había dicho el sábado el fiscal Daniel Guillén en el programa "A todo o nada" de Radio Sarmiento.