Este miércoles, juró como "presidente de Venezuela" Juan Guaidó y provocó la furia de Nicolás Maduro, quien luego de la asunción del titular de la Asamblea Nacional, salió al balcón del Palacio de Miraflores y anunció su decisión de romper relaciones diplomáticas y políticas con el Gobierno de Estados Unidos, al que acusa de "intervencionismo" en el país. 

A partir de allí todo fue caos en el país carioca con un saldo de al menos 8 muertos y varios heridos, por las protestas que hay en Caracas organizado por el sector opositor al régimen de Maduro. En San Juan, enterados de lo que sucede en su país, principalmente por los medios argentinos y por las redes sociales, un grupo de venezolanos se reunieron en la Plaza 25 de Mayo para manifestar su apoyo a Guaidó y repudiar "la dictadura de Maduro".

Las historias de los venezolanos que llegaron a San Juan cargan con tristeza y melancolía de lo que sucede en su país natal. La mayoría de los que echaron raíces en la provincia contaron que pasaron por otros lugares de Argentina hasta arribar en San Juan.


 

"Estoy agradecido a Argentina y a San Juan porque yo me fui de Venezuela por la crisis que atraviesa y por el miedo con el que vivía", indicó Steven Figeroa, de 24 años, que llegó hace 8 meses.

El joven es músico y se encuentra solo en la provincia. "Estoy triste porque hay personas que sufren pero celebramos que el pueblo dijo basta", amplió.

Por su parte, Tania tiene 60 años y alzó la voz para pedir "fuera Maduro". "Con este dictador no tenemos la seguridad de nada. Tenemos la esperanza de que esto termine y que haya libertad para mi país", destacó.


 

Con lágrimas en los ojos, contó que sus tres hijos están en Argentina, dos de ellos en San Juan. "Temo por otros familiares que están en Venezuela. Lo gratificante es que esto es el principio del fin", enfatizó, quien hace dos años está en Argentina y desde la primavera del 2018 se asentó en tierras sanjuaninas.

Estefanía Sequera, de 30 años, relató que primero llegó su marido y luego ella con su niña de 4 años. "Nos han recibido muy bien pero sentimos que nuestro lugar no es aquí. Extraño todo y mi hija ha sufrido mucho la adaptación", expresó.

La joven madre indicó que espera que en Venezuela "no se derrame más sangre".