Un grupo de directivos y docentes de una escuela de Calingasta decidieron usar de modo útil el tiempo libre que les deja la cuarentena y las herramientas que tienen en la institución para dar lucha al coronavirus. Se organizaron, investigaron y pusieron en marcha sus 3 impresoras 3D para, con ayuda de gran parte de la comunidad, crear máscaras sanitarias que ya reparten entre personal de las fuerzas de seguridad y de los hospitales del departamento.

“Nosotros recibimos las impresoras a finales del año pasado y los profesores comenzaron a capacitarse para usarlas. Este año, en el inicio del ciclo lectivo, nos reunimos con gente de los centros de salud del departamento para ver qué elementos podíamos crear que fueran de utilidad. Ellos nos contaron que siempre les hacen falta félulas e iniciamos un proyecto para crearlas. Pero todo se vio interrumpido por la aparición del coronavirus. Entonces, cambiamos el rumbo”, contó Alejandro Ponce, director de la escuela Técnica General Manuel Savio, ubicada en Villa Calingasta.

Rápidamente, los profesores inciaron una investigación y surgió la idea de crear las máscaras sanitarias. “Ahí se armó toda una cadena de trabajo, que organizamos y mantenemos principalmente a través de WhatsApp para no perder el aislamiento”, explicó el director.

Lo primero que hicieron fue ver qué elementos necesitaban y ahí surgió la colaboración de un exalumno de la institución que hoy en día es radiólogo y consiguió placas radiográficas (de celuloide, el material necesario) que estaban en desuso y que fueron donadas a la escuela. Por su parte, la empresa minera Glencore El Pachón donó el filamento PLA, fundamental para la impresión.

Luego de hacer los prototipos, dividieron las tareas. Padres de la escuela se encargan de desinfectar todo el material y lo van dejando en cajas en la puerta del establecimiento. Luego, alguien sale y las ingresa. Una vez allí, los profesores trabajan en la creación de las máscaras de a uno, organizados en tres turnos, para mantenerse aislados.

Toda la tarea se lleva a cabo en un espacio higienizado y el personal trabaja con guantes, barbijos y lentes para evitar cualquier posibilidad de contagio o transmisión del virus. Mientras, los alumnos ponen su parte difundiendo a través de las redes sociales la tarea que se va realizando.

“Hasta el momento hemos entregado 12 máscaras al personal de la delegación de la Policía que trabaja en la villa. Y ya estamos cerca de hacer la primera entrega al personal de sanidad. Aunque cumplir  va a ser una ardua tarea, porque queremos llegar a todos los centros de salud del departamento y para eso tenemos que crear 200”, destacó Ponce.

La idea, después, es dotar de máscaras también al personal de Gendarmería, que custodia los ingresos al departamento.