De los 8 casos de coronavirus registrados a la fecha en San Juan, el caso que más preocupó fue el del médico neumonólogo de 63 años. Estuvo grave desde el inicio, pasó por momentos muy delicados y hoy se confirmó que ya no tiene el virus en su cuerpo. Una recuperación lenta pero sostenida que le permitió salir de una situación donde su vida estuvo comprometida.

El 27 de mayo fue diagnosticado tras el positivo de su hisopado y tuvo 37 días el virus en su cuerpo, como ningún otro contagiado en la provincia. Cada parte entregado en los días inmediatamente posteriores hablaban de "gravedad" y "horas críticas". 

Con los diagnósticos poco alentadores, cientos de sanjuaninos se sumaron a cadenas de oración en pos de la pronta recuperación de este médico con mucha ascendencia entre sus pares y pacientes.

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Una imagen en el Hospital Rawson del neumonólogo se hizo viral este jueves en la tarde. Se lo ve bien, con los pulgares arriba.

El 2 de junio se informó que el profesional había recibido plasma de una paciente recuperada sanjuanina (se preservó la identidad), un tratamiento todavía experimental pero que se viene dando con determinados casos en el país.  El profesional era inmunocomprometido y padecía plaquetopenia (tenía un recuento de plaquetas inferior al normal), un escenario previo que complicaba a un paciente con coronavirus. A esto se le sumaba una neumonía bilateral. 

Otro hito en su recuperación fue el momento que le sacaron el respirador artificial, el 15 de junio. Antes, los intentos habían fracasado y ese paso se había dilatado. Para el 22 del mes pasado, la jefa de Epidemiología Mónica Jofré reveló que avanzaba a paso firme con la sesiones de kinesiología y daba sus primeros pasos.

El contagio que despertó polémica

El neumonólogo contrajo el Covid-19 por mantener contacto estrecho con su colega reumatóloga (el encuentro sucedió el viernes 15 de mayo, es decir, dos días antes de que a ella la internaran y 72 horas previas a que diera positivo el hisopado), la del escandaloso cuarto caso que a su vez se contagió por su hermano (el transportista del tercer caso) que fue traído por el avión sanitario de la provincia en circunstancias más que polémicas y que tiene en su haber una causa judicial.

Otra arista del contagio del médico fue que, por precaución, las actividades en el edificio del juzgado donde trabaja uno de los hijos del profesional fueron suspendidas por algunos días. También se aislaron casi una treintena de contactos que, a la postre, arrojaron negativo en sus análisis.