A pesar de que en los días posteriores al sismo de 1977 con epicentro en Caucete se conocía pocos datos concretos en torno a las consecuencias que generó, con el paso del tiempo las cifras de la tragedia comenzaron a salir a la luz.

 

A continuación, 10 cifras que cuantifican el horror del terremoto:

 

20

 

segundos pasaron desde que las personas comenzaron a percibir el movimiento hasta la fase destructiva del sismo. Eso permitió que muchos de los habitantes lograran ponerse a salvo.

 

340

 

réplicas con intensidad igual o superior al grado II de la escala de Mercalli Modificada se produjeron entre el 23 de noviembre y el 14 de diciembre de 1977. Sólo en el día del terremoto hubo 142 temblores de distinta intensidad.

 

16

 

fueron los niños que murieron como consecuencia del sismo, además de 49 adultos, según las cifras oficiales. Además se registró alrededor de 300 heridos.

 

70

 

médicos trabajaron en la zona del desastre. Tanto los fallecidos como las personas heridas fueron trasladados al municipio, donde se armó el hospital de campaña, debido a que el edificio del hospital Dr. César  Aguilar quedó completamente destruido.

 

142

 

millones de dólares dejó en pérdidas el terremoto en materia de estructura social: edificios públicos, viviendas y redes de agua potable se vieron gravemente afectados. Mientras que, hubo una gran inversión a nivel de asistencia social.

 

4

 

escuelas se derrumbaron por completo. Mientras que, 10 sufrieron daños considerables y las otras 5 escuelas que había en el departamento no se podían usar. Como consecuencia se dio por terminado el ciclo lectivo.

 

44

 

millones de dólares dejó el terremoto en pérdidas vinculadas en estructura productiva: vías de comunicación, redes de riego, drenaje y energía eléctrica, cultivos establecimientos industriales, mineros y comerciales y producción agrícola sufrieron roturas.

 

50

 

de las 80 bodegas que había en la zona de Caucete, 25 de Mayo, San Martín y Angaco quedaron inutilizadas. También las plantaciones de vides se vieron dañas, debido a que el sismo desniveló los terrenos lo que impidió que pudieran ser regados de modo conveniente por varios años.

 

150

 

centímetros de profundidad tuvieron las grietas más grandes que se abrieron en el suelo.

 

70

 

centímetros tenían algunos de los escalones que se produjeron como consecuencia de los desplazamientos verticales.