Ricardo Carretero y su familia están adaptándose a la ‘nueva normalidad’ en Rincón de la Victoria, municipio español integrado al área metropolitana de Málaga, aunque para ellos vale mucho más el término luego de haber estado ‘varados’ 4 meses en su Pocito natal y regresar justamente al lugar donde trabajan y estudian justo cuando se permitió que el turismo europeo regrese a esas playas del Mar Mediterráneo.

Como muchos argentinos que fueron a buscar un mejor porvenir económico a principios de siglo, Ricardo se instaló en Nerja en marzo de 2002 y un par de meses después se sumó su pareja, Marilyn y la hija de entonces, Valentina. La familia creció en España, con Bianca y Máximo. Una pizería instalada con su hermano, llevó a que después abriera otra en Rincón de la Victoria, donde viven ahora, llamada Junior’s Pizzas, en un guiño al sentimiento xeneize.

Por supuesto que ni se imaginaban lo que les esperaba cuando partieron a fines de febrero (a excepción de Valentina que quedó en España) a pasar un mes de vacaciones con la familia sanjuanina. El billete de regreso era para fines de marzo y antes se cerraron las fronteras en el mundo por la pandemia, por lo que comenzó la búsqueda para volver al lugar donde residen. Tres meses después consiguieron pasajes en un vuelo de repatriados a España para el 20 de junio. “Tuvimos que pagarlos y fueron muy caros, además que no conseguimos ningún reconocimiento de los pasajes que habíamos sacado para marzo”, acotó el hombre de 45 años de edad.

Fueron tres días los que demoraron desde la casa familiar en la Villa Aberastain hasta su casa en Rincón de la Victoria. Debieron ir hasta Mendoza, para que desde allá los trasladaran en colectivo hasta Ezeiza. Ricardo recordó que fueron controlados sanitariamente en Mendoza y en Buenos Aires, aunque al ‘efecto’ pandemia lo dimensionó especialmente en el aeropuerto internacional argentino, por el enorme silencio que envolvía a esos 180 pasajeros que aguardaban el único vuelo que vio en ese día. “Daba miedo de ver a ese aeropuerto tan vacío, donde estuvimos unas 18 horas. Parecía una película realmente”, añadió.

Al llegar a Madrid, la coincidencia que ese día se habilitaba el ingreso de turismo europeo, les evitó tener que realizar aislamiento. Al otro día, el lunes, viajaron en tren desde Madrid a casa. “Se ve más gente de la que yo esperaba, pero no se celebró por ejemplo San Juan Bautista. A las 21 ya no hay nadie en la playa ni circulando por ningún lugar. Hasta el año pasado eran miles de personas asistiendo a las celebraciones”, comparó el sanjuanino.

La ‘nueva normalidad’ en España muestra que todavía el 90 por ciento de las personas transita en la vía pública con barbijo.

Todavía no se sabe como ni cuando será el inicio del próximo ciclo lectivo. Pero el confinamiento ya terminó. “Por lo que veía desde San Juan, la gente en España fue más estricta con quedarse en casa desde que se ordenó el aislamiento. Hoy la gente tiene muchas ganas de salir y ya viene turismo, que es vital para la economía, pero se sabe que esto no es ya parte solo del pasado. Se esperan nuevos rebrotes por el arribo de extranjeros, pero repito, el turismo es vital para la economía”. Ricardo afirmó que en la pizería, ubicada en una terraza en la playa, asistió más gente de la que hubiese esperado.

“Las nuevas medidas hacen que hoy tengamos un 75% de aforo a comparación de la habilitación antes de la pandemia. Eso sucede para otros locales, como las discotecas, que podrán abrir desde este fin de semana, pero no se podrá bailar, sólo escuchar música y las mesas de diferentes grupos deberán estar separadas por más de dos metros”, añadió, para graficar como la ‘nueva normalidad’ todavía tiene sus diferencias notorias a comparación de la anterior a la pandemia.