Tenía 10 años cuando comenzó a vincularse con quienes meses después serían sus padres adoptantes. Con el paso de los días, se sintió tan feliz de ser parte de la nueva familia que hizo dos pedidos al juez de su caso: cambiar su segundo nombre por Alejandro, pues sus padres adoptantes tienen ese segundo nombre (Alejandro su papá y Alejandra su mamá) y no perder el vínculo legal con sus hermanos biológicos que forman parte de otra familia. Tiempo después, el niño fue citado por el juez, justo para el día de su cumpleaños, sin saber que todos sus pedidos formaban parte de una sentencia de adopción inédita en San Juan. Entre globos y carteles que tenían escrito su nuevo nombre, el niño fue informado que ya había sido adoptado y que iba a seguir vinculado con sus hermanos. 

La historia de este nene está llena de condimentos que hacen imposible no emocionarse, incluso al mirar las fotografías del día en el que ocurrió todo. Según el fallo, que es inédito porque nunca antes un niño pidió cambiar su nombre (el apellido sí se cambia por una cuestión legal, ya que comienzan a formar parte de la nueva familia), todo comenzó por un especial pedido del pequeño, que cumplió 11 años hace unos días y que según dijo a la gente del Tercer Juzgado de Familia, a cargo de Esteban de la Torre, recibió el mejor regalo de su vida. 

La ley prevé que todo niño de 10 años o más tiene la oportunidad de dar conformidad a la hora de ser adoptado. Es decir, tiene que estar de acuerdo con la familia que el juez le designa como adoptantes. En este caso, en todos los encuentros que tuvo el magistrado con el nene y con las personas que integran los equipos técnicos, siempre mostró conformidad. 

"En tal entrevista, el niño expresa su agradecimiento -al Juez- por los padres adoptivos 'que eligió para él', recurriendo a gestos cariñosos a su madre y su padre, denotando a las profesionales afecto y contención en ambos polos. Mencionan que el niño se muestra feliz, pudiendo expresar su gratitud ante los padres adoptivos, como así también su deseo de querer tener el nombre de Alejandro, suprimiendo su segundo nombre. Destacan la necesidad de constituir su identidad adoptiva, incorporando a su nombre el de sus padres, a modo de afianzarse y obtener la seguridad e identidad deseada. Resaltan las profesionales la madurez que presenta el niño, donde se lo percibe decidido y feliz. Hacen referencia que el niño expresa que el 4 de octubre cumple años y que es su mayor deseo tener el nombre y apellido elegido, denotando seguridad y pertenencia a dicho grupo familiar, y que refiere su necesidad afectiva de mantener contacto con sus hermanos biológicos, que están también en proceso de adopción". Esto dice parte del fallo que fue informado a la familia también de una manera poco usual. Es que, habitualmente las familias son informadas a través de una cédula y ellos lo hicieron a través de una pequeña fiesta sorpresa de cumpleaños para el pequeño, en el juzgado.

En ese encuentro el niño recibió saludos y la gente del juzgado le hizo entrega formal de la sentencia y se la explicó. Incluso, la sentencia, tiene palabras del juez para el niño. "Con esta sentencia se han cumplido todos tus deseos, porque desde ahora serás definitivamente hijo de S. y M. llevando su nombre y su apellido. También en esta sentencia he decidido que se mantenga tu relación con tus hermanos, a quienes podrás continuar viendo toda la vida a pesar de que vivan con otra familia. Pero también quiero contarte que con todos mis compañeros y compañeras de trabajo hemos puesto todo nuestro esfuerzo para que esta sentencia te sea entregada en el día de tu cumpleaños", le escribió De la Torre en el documento y agregó: "Hoy termina una etapa de tu vida, pero a su vez comienza otra nueva, con la familia que vos mismo elegiste".