Mientras muchos viñateros y bodegueros acusan serios problemas comerciales, existen pequeños establecimientos donde la venta no es la principal dificultad, sino la falta de vino.

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Una correcta ingeniería en el manejo de los stock vínicos y la habilidad para sostener un mercado cautivo compartiéndolo con grandes marcas, parecen ser los secretos.

Hablamos de las pequeñas bodegas boutique Entre Tapias en la localidad calingastina de Barreal y Finca Don Antonio en Balde de las Chilcas, en el departamento Calingasta.

Así lo afirma el enólogo Vidal Ossa destacando la necesidad "de crecer en viñedos y pequeñas bodegas hacia el Oeste de San Juan. La tendencia definitiva es elaborar vinos de alturas en valles como los nuestros, sumándole el folklore, la cultura y las vivencias propias del viticultor cordillerano".

Y es que hoy en Calingasta ya no sólo se destaca la Bodega Alta Bonanza de los Andes que este fin de semana participa de un evento en hotel Sheraton de Córdoba, sino que ha sumado otras firmas familiares como los Bugallos, los Ossa y nuevas plantaciones en La Puntilla y Puchuzún entre otros solares. También se comentan las elaboraciones de vinos artesanales de las familias Bilbao entre otras.

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* Entre Tapias 

"Nuestra finca cuenta con unas dos hectáreas y media, cantidad óptima para mantener el volumen de producción deseado, con los estándares de calidad buscados", comentó el enólogo Vidal Ossa quien, junto a su familia, lleva adelante Entre Tapias, bodega Boutique ubicada en Barreal a 1.650 metros sobre el nivel del mar donde los turistas disfrutan de una vista inigualable de la Cordillera de los Andes como telón de fondo de las viñas en establecimiento construido al pie mismo del Tontal.

Consultado por los varietales elaborados, comentó: "Los vinos son elaborados con uvas solamente propias de las variedades Malbec en su mayoría, un Pinot Gris ya famoso que trajo mi abuelo a Argentina. También elaboramos un Malbec Reserva y Cabernet Sauvignon reserva".

Consultado por la presente cosecha y sus resultados ubicó en un "30% más la producción de uva en general. La cosecha fue más temprano que otros años. Tanto en mi finca como en el resto del Valle de Calingasta, ha sido una campaña positiva por el buen tiempo actuando positivamente sobre la producción en calidad y cantidad según los comentarios".

Respecto del traslado de la campaña vitícola a la copa en su bodega y el resto, indicó que "son vinos jóvenes de colores intensos otorgados por la altitud, aromas vibrantes e intensos. De acidez equilibrada y cuerpo medio. La amplitud térmica y la eliofanía dan un perfil único a los vinos calingastinos, aunque no todas las zonas son propicias".

"En mi caso particular entiendo que la periodicidad del riego solamente de septiembre a marzo, y un poda tardía son variables decisivas en el perfil de la uva y, finalmente, sobre los vinos".

"Este año elaboraremos unas 20.000 botellas en una bodega donde los vinos son elaborados con especial esmero en un establecimiento pequeño. Tiene capacidad para unos 27.000 litros distribuidos en tanques de acero inoxidable de diferentes capacidades y también cuentan con barricas de roble. la tecnología en bodega es de última generación, contamos con equipo de frío, despalilladora, prensa neumática, llenadora y tapadora a fin de elaborar 'vinos de terroir'".

"A nosotros no nos sobra vino. Hacemos un manejo de existencias en barricas para llegar de cosecha a cosecha con lo justo".

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"Acá el secreto es no ser egoístas y ayudarnos a crecer entre todos", sentenció finalmente Ossa.

* Desde el Valle

En Balde de las Chilcas, en Valle Fértil, Matías Sánchez y su padre Daniel elaboran "vinos a partir de uvas producidas bajo un sistema de cultivo orgánico".

"Cultivamos 1,5 hectáreas de vid de las variedades Tannat, Malbec, Syrah, Montepulsiano, Cabernet Sauvignon y Torrontés", explicó el ingeniero agrónomo Matías Sánchez.

Desde el punto de vista enológico, "este fue un muy buen año. Los vinos, si bien están terminando su proceso natural de elaboración, están expresando todo su potencial. Es un año de vinos frutados y aromáticos", comentó Matías.

"Este año hubo un 28% más de uvas y nuestra capacidad de elaboración es de unos 5.000 litros. Claro está que la demanda, de la mano de Ischigualasto y su turismo internacional y nacional nos demanda más vino. Vendemos anualmente entre 7.500 y 8.000 botellas".

Para subsanar esta sobredemanda, "cuando se nos agota el stock, comercializamos vinos de bodegas de renombre de San Juan, como Casa Montes, porque pensamos que lo importante es no dejar que el turista se vaya con las manos vacías".

Además, los turistas en el lugar pueden participar de las labores propias del cultivo y la elaboración. Además como nuestra finca presenta una superficie de unas 6,5 hectáreas preservadas con bosque nativo, a fin de posibilitar al visitante el avistaje de aves, animales y especies vegetales autóctonas. Completan el emprendimiento algunos frutales y cultivos hortícolas orgánicos.

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"Hay que multiplicar el número de pequeños establecimientos vitícolas en el Valle de Calingasta".     Vidal Ossa   Enólogo

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mil son las botellas elaboradas en Entre Tapias y que ya tienen su venta asegurada al turismo cordillerano.

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mil son las botellas elaboradas en Finca Don Antonio y la demanda anual es cercana a 8 mil.