Un sueño hecho realidad, un privilegio, un reconocimiento justo y necesario. Se puede ver de diferentes maneras. Lo cierto es que, que la Secretaria de Cultura de San Juan, Virginia Agote, haya sido convocada para ser miembro del jurado que tuvo en sus manos la elección de la artista que representará al país en la Bienal de Venecia, significa la mayor aspiración para todo amante del arte y a su vez, posiciona en lo más alto a la política cultural de la provincia. 


Es que la bienal en cuestión es un mega evento para el mundo artístico, es una gran vidriera, que ha trascendido los tiempos y los nombres. La 59¦ edición de esta exposición tendrá lugar desde el 23 de abril hasta noviembre del año próximo. Hace unos días se develó la decisión del jurado de recayó en la artista Mónica Heller para que lleve su obra al Pabellón de Argentino en Venecia (ver Una artista fantástica).

La Bienal de Venecia es la exposición internacional de arte más antigua y más prestigiosa del mundo. Los años impares se hacía la de Arte y al año siguiente, la de Arquitectura. La exposición de Arte del 2021 quedó suspendida por la pandemia y ahora tiene fecha para abril del 2022

Sin lugar a dudas, la participación de la funcionaria local no es menor si se tiene en cuenta que, históricamente, los artistas que hasta allí llevaban su obra eran elegidos directamente por las autoridades de cancillería siguiendo las recomendaciones de un selecto grupo de galeristas.

Esto significaba que el círculo era muy pequeño, sin desmerecer los verdaderos talentos por supuesto. Hace algunas ediciones se cambió el formato de selección -dejándolo a cargo de un jurado para garantizar la apertura de criterios- pero esta es la primera vez que en el cónclave en cuestión tuvo dos representantes del interior del país: Virginia Agote y la directora del Museo Provincial de Bellas Artes "Rosa Galisteo de Rodríguez'', de Santa Fe, Analía Solomonoff, en una muestra de federalización de la cultura, ya que antes, el jurado generalmente se concentraba en figuras del quehacer porteño.

Virginia Agote visitó la meca del arte en el 2001, cuando los enviados fueron Leandro Erlich y la rosarina Graciela Sacco. La segunda vez, fue en el 2009, cuando expuso el afamado Luis Felipe Noé, más conocido como Yuyo Noé.

En el comité de selección también estuvieron Paula Vázquez, la abogada, escritora, librera (tiene dos tiendas en Madrid y Barcelona), militante y flamante directora de Asuntos Culturales de la Cancillería (NdR: el organismo de gobierno encargado de la organización de la contienda y de la logística de participación para el evento internacional); la artista Mariana Tellería quien representó al país en la última edición de la bienal; la historiadora, crítica de arte, docente y ensayista Valeria González que está a cargo del área de Patrimonio del Ministerio de Cultura de la Nación. El jurado se completó con Teresa Anchorena (presidente de la Comisión Nacional de Monumentos); el reconocido guionista de cine Andrés Duprat quien es el actual director del Museo Nacional de Bellas Artes; Matilde Marín (vicepresidente de la Academia Nacional de Bellas Artes) y Juan Usandivaras, presidente ejecutivo de la Agencia Argentina de Inversiones y Comercio Internacional.


Además, esta edición, es de las primeras que el concurso para los artistas es abierto. Es decir que la convocatoria se lanza en todo el país y para quien tenga ganas de participar. De hecho participaron 40 referentes con distintos proyectos desde perfomáticos, a tradicionales, desde instalaciones a pinturas o arte de objetos que deben ceñirse al leitmotiv de la bienal que esta vez, a propuesta de su curadora Cecilia Alemani, lleva por nombre "Il latte dei sogni/ The milk of Dreams'', inspirada en el libro Leche del sueño, de Leonora Carrington. 


Un lugar de honor


Todo comenzó hace unos meses con un llamado sorpresivo pero a su vez halagador que recibió Agote. De otro lado del teléfono, el propio director de Asuntos Culturales de la Cancillería Argentina, Martín Granovsky, la invitaba a formar parte del listado de expertos elegidos para el jurado. 


Por supuesto que no se puede negar que Agote tiene expertise y herramientas de sobra para realizar esta tarea. Ella egresó en Artes Visuales de la Universidad Nacional de Buenos Aires, de la Escuela Superior de Bellas Artes Prilidiano Pueyrredón de la Universidad Nacional de Buenos Aires y del Instituto de Arte Regina Paccis. Pero es de las personas que jamás dejan de estudiar y en el 2020 realizó la Diplomatura en Gestión Innovadora de Calidad en la Administración Publica de la UCC. Desde el 2006 que se radicó aquí, ha ocupado diferentes cargos en el Museo Provincial de Bellas Artes Franklin Rawson, el Auditorio Juan Victoria, el Centro Cultural Estación San Martín (de la Municipalidad de la ciudad de San Juan) y el Centro Cultural Conte Grand. También en el Museo del Vino de la Bodega Graffigna, entre otros. Y fuera de la provincia ha realizado distintos proyectos independientes de investigación y curaduría en varias instituciones como la Secretaría de Cultura del Gobierno de la Ciudad de Buenos Aires, Casa FOA, el Museo del Inmigrante, el Museo Santa Catalina de Siena, el Centro Cultural Recoleta, el Museo de Arte Decorativo, inclusive en Inglaterra, Francia y Estados Unidos.


Pero además ya estuvo en dos oportunidades en la Bienal de Venecia: la primera en el 2001 por trabajo y la segunda, en el , por el mero placer que le genera el arte. La del 2022 será la próxima, ya que los miembros del jurado son parte de la comitiva que acompaña al artista que representa al país, pero todo depende del status sanitario y los riesgos de la pandemia.


"Yo no me esperaba ese llamado ni esa convocatoria. Pero pasó así. Y significó una alegría enorme porque entendí que no sólo se me convocaba a mí, sino que se valoraba el trabajo realizado por todo un equipo de gente desde San Juan, que se había puesto la mirada en lo realizado en la provincia y que se aplaudía la acción cultural a la que venimos apostando. Es muy importante lo que nos ha pasado como sanjuaninos porque la Bienal de Venecia es la exposición internacional más importante que hay en mundo del arte'', resume Virginia Agote, las sensaciones que vivió desde el momento en que fue convocada por primera vez para este concurso internacional hasta que pudo reunirse, primero virtualmente y luego presencialmente con el jurado coordinado por Paula Vázquez (quien reemplazo a Granovsky que ocupaba el cargo de manera interina). 


Fue un proceso vertiginoso e intensivo -desde el cierre de la convocatoria (el 27 de noviembre) hasta el fin de semana de entre el 3 y el 5 de diciembre que resolvieron quién sería ganador, previo proceso de aunar criterios y leer cada uno de los anteproyectos (NDR: no se presenta obra, sino una propuesta)- pero la funcionaria reconoce que fue muy placentera la tarea y que afortunadamente pudieron ponerse de acuerdo de forma unánime. El 6 de diciembre se develó el misterio.


Los antecedentes artísticos del autor (se evalúa la participación en galerías y exposiciones nacionales e internacionales), la trayectoria, la originalidad de la propuesta pero también la factibilidad de realización son algunos ítems que se evaluaron. 


La tarea del jurado, según explicó Agote, no terminó con la elección, sino que se extiende inclusive hasta el momento de la inauguración de la Bienal, allá por abril del 2022. "Los integrantes del jurado vamos a continuar apoyando a la artista elegida que, si bien se tiene que ajustar a lo presentado en el concurso, haremos un seguimiento del avance de la obra, paso a paso''.


Vale aclarar que no se pueden mostrar imágenes ni siquiera bocetos (porque la idea se sigue perfeccionando) del proyecto elegido porque la obra es inédita.

El jurado integrado por Matilde Marín, Valeria González, Mariana Tellería (la artista que representó al país en la última bienal, antes de la pandemia), la artista Mónica Heller (ganadora de la instancia), la representante cultura de Cancillería Paula Vázquez y Andrés Duprat (director del Museo Nacional e Bellas Artes), mientras que sentadas están Analía Solomonoff (del Museo Provincial de Bellas Artes de Santa Fe), Virginia Agote (Secretaria de Cultura del gobierno de San Juan) y Teresa Anchorena.

Respirar arte


La Bienal de Venecia es la exposición internacional de arte que está catalogada como la más antigua y más prestigiosa. Por ende, todos quieren estar ahí, ya sea como artistas para quienes lo son, ya sea como público. Fue llevada a cabo por primera vez en 1895 bajo el nombre de I Esposizione Internazionale d'Arte della Città di Venezia (Primera Exposición Internacional de Arte de la ciudad de Venecia) en el Palazzo dell'Esposizione, especialmente construido para este fin en los Giardini di Castello. 


Fue creada por el rey Humberto de Saboya con la intención de crear una plataforma universal donde las naciones pudieran mostrar el arte en plena producción. De hecho, una de sus características primordiales es que se mantienen históricamente las presentaciones nacionales de diferentes países, a la par de una Muestra Central Internacional concebida por un director artístico. 


Pese a que hay participación nacional en la "madre de todas las bienales'' desde el 1901, cuando se envió la obra de Pio Collivadino y se dejó como precedente ser el primer país latinoamericano en llegar hasta ahí, no se tenía pabellón propio, a diferencia de Brasil, Venezuela y Uruguay, por ejemplo, aparte de los países europeos. Recién en el 2011, se adquirió, en uno de los edificios de los Arsenales, uno de los viejos galpones ladrilleros del XVI que servían para resguardar armas y el atalaje de los barcos. Desde entonces (en realidad al año siguiente) y por un comodato de 22 años, esos 500 metros cuadrados son el escenario para los artistas locales. Por su altura, el lugar es ideal para exhibir arte contemporáneo.


Claro que antes se tuvo que restaurar el lugar, para recién cortar las cintas -acto que quedó a cargo del canciller Héctor Timerman- para la apertura de la 13¦ Bienal de Arquitectura, que se hace el año en que no se hace la de Arte.


En todos estos años, el país ha ido dejando huellas en la Bienal, con la presencia de artistas de la talla de Julio Le Parc, Antonio Berni, León Ferrari, Nicolás García Uriburu, Ernesto de la Cárcova, Guillermo Kuitka, Aurelio Macchi, Luis Felipe Noe, Leandro Erlich, Graciela Sacco, Adrián Villar Rojas, solo por citar algunos.


Una artista fantástica

Para sorpresa del mundo artístico, esta vez quien lleve su obra a la 59¦ Exposición Internacional de Arte - la Bienal de Venecia, no es una de las artistas super reconocidas ni la de mayor prensa. Es, por así decirlo, alguien que se va abriendo camino desde hace por lo menos 10 años. Mónica Heller tiene 46 años. Pese a que en alguna nota periodística contó que no tuvo computadora ni de niña ni de adolescente, sino recién a los 27 años cuando ya estudiaba Bellas Artes, su mundo artístico está centrado en el video arte bajo formatos de la animación 2d y 3d y sus fuentes de inspiración -para su obra gráfica y pictórica- se vinculan a las viñetas del comic, la manga, las series animadas, la animación amateur, el videojuego, las ilustraciones como así también las fábulas y los mitos -en su carácter fantásticos y como construcción de mundos significantes del entorno real-, para crear imágenes un tanto apocalípticas, surrealistas y muy imaginativas.


Actualmente expone en la Galería Piedras, en Capital Federal, espacio que tuvo que desdoblar días y horarios porque se han multiplicado vertiginosamente sus visitantes desde que se dio a conocer que Heller fue la elegida para la Bienal de Venecia. Antes de esto, sus obras han sido admiradas en Buenos Aires, Rosario, Salta, San Martín de los Andes, Tucumán, Barcelona, Santiago de Chile, Londres, Lyon, San Pablo y Berlín entre otras grandes capitales, también ha recibido premios como el del Salón 50 años Fondo Nacional de las Artes 2009, Premio Itaú Cultural 2010, Salón MUNT de arte contemporáneo Tucumán 2017, Primer Premio Fundación Andreani 2017. 


Por supuesto que Virginia Agote, ya se anotó, para traer su obra a San Juan. El contacto con la artista, obviamente, ya lo tiene y aparte el proyecto le parece "maravilloso''. 


Mientras tanto, en su casa de La Lucila trabajará la obra inédita hasta que pueda ser instalada en el Pabellón Argentino, para la vista del mundo entero. Se trata de una videoinstalación multicanal de animación 3D, compuesta de 15 módulos para la proyección y exhibición en pantallas de diferentes formatos y tamaños que serán distribuidas en toda la extensión del pabellón y circundadas por luces de tubos led de color azul con las que se pretende teñir la sala. Cada uno de los videos de animación desplegará una acción de un personaje en continua transformación o modificación de su propio cuerpo a través de la interacción de materiales, objetos y sustancias de su entorno. La idea es crear una atmósfera fantástica ambientada por sonidos artificiales. 


Los argumentos del fallo del jurado se resumen en que "el proyecto presentado por Mónica Heller aborda problemáticas contemporáneas desde el humor crítico, la fantasía y lo surreal. La gran solvencia técnica puesta al servicio de su universo poético logra dotar a los lenguajes digitales de carnalidad vital. La propuesta aprehende el desafiante espacio del pabellón de manera eficaz, a la vez que resulta funcional a la dinámica de los recorridos de la Bienal. La artista expande los límites de su producción generando un perfecto equilibrio entre ambición y factibilidad".


Oficialmente aseguran que el proyecto de Heller tiene estrecha relación con la propuesta curatorial de la Bienal de Venecia "The milk of dreams'', por su universo ligado a las posibilidades de transformación y los personajes de registro fantástico.


La artista Mónica Heller está acompañada por el curador del proyecto, Alejo Ponce de León.