Difusión. A través de las exposiciones del programa Prohuerta, como la que tuvo lugar en la Casa de Sarmiento, se da asistencia a la población para que la gente haga su propia chacra para apoyar la economía familiar.

Si los números del presupuesto para el 2018 del Instituto Nacional de Tecnología Agropecuaria (INTA) se mantienen como hasta ahora, en la delegación local del organismo dicen que se podrá garantizar el pago de los sueldos pero que correrán riesgo de continuar, entre otros, programas como el Prohuerta, que es para el apoyo de las economías familiares, y la lucha contra la polilla de la vid. Entre ambos son, al menos, 4.500 los productores que podrían sufrir las consecuencias de la reducción, que ha dado motivo a que hoy, a las 12, en todo el país haya una jornada nacional de apoyo a la institución. En San Juan será en la delegación de Pocito, ubicada en Calle 11 y Vidart.

Con esta jornada, en el INTA quieren crear conciencia en los legisladores nacionales sobre la necesidad de cambiar los números del organismo en el presupuesto nacional. Y por eso esperan que también los acompañen productores y empresarios del sector agropecuario y agroindustrial.

El INTA, un organismo que depende del Ministerio de Agroindustria de la Nación, fue creado en 1956 para desarrollar acciones de investigación e innovación tecnológica del sector rural. Para el 2018, el organismo a nivel nacional tiene prevista una partida de unos 5.788 millones de pesos, pero desde la delegación local sostienen que es insuficiente y que si no se revierte en la discusión parlamentaria impactará en el normal desenvolvimiento de los programas, capacitaciones y actividades que realiza el instituto. "Hacen falta más recursos", dijo Gonzalo Roqueiro, investigador del organismo y delegado de ATE.

El problema, según explicó Roqueiro, es que año tras año si bien se mantienen e incluso se incrementa la partida para el pago de los salarios, se viene reduciendo el monto que corresponde a investigación y a los programas. De una media histórica de 60% para sueldos y 40% para funcionamiento, que incluye infraestructura, inversiones, becas y programas, el año pasado fue 77% para el primer ítem y 33% para el segundo. Y para el 2018, el proyecto de presupuesto contempla 86% y 24% respectivamente.

Así las cosas, los técnicos de la repartición no garantizan que se puedan continuar programas como el Prohuerta, gracias al cual hay unos 3.000 pequeños productores en toda la provincia que reciben semillas y asesoramiento para apoyar la economía familiar. Otro es la lucha contra la polilla de la vid, que afecta la uva para consumo en fresco y para vinificación. En ese plan el INTA actúa como apoyo del Senasa en tareas de monitoreo, control y asistencia a los productores vitivinícolas. Estas acciones impactan actualmente sobre unas 23.000 hectáreas y casi 1.500 productores de vid afectados por la Lobesia botrana.

Otros programas que están en riesgo de continuar son el Cambio Rural, que da asistencia a los productores tanto en la etapa de cultivos como en la comercialización de la producción.

No es la primera vez que en el organismo plantean el problema presupuestario porque ya el año pasado denunciaron la reducción presupuestaria y sus consecuencias. Por ejemplo sostienen que no se recibieron recursos para instrumental y equipos de laboratorio e informáticos y no se pudo avanzar en la construcción de las agencias de extensión rural de Valle Fértil y de Iglesia. En lo que respecta al parque automotor no pudieron incorporar nuevas unidades, siendo las más recientes del año 2011. Como consecuencia de la reducción de los fondos para reparación de vehículos, quedaron fuera de servicio un total de 5 unidades, de un parque de unos 17 vehículos. Tampoco pudieron incorporar equipamiento, ni se renovaron instalaciones y sistemas para eficientizar el gasto energético, recursos hídricos y de mano de obra.

Agencias

8 Son las agencias de extensión rural que tiene el INTA en la provincia, ubicadas en Calingasta, Jáchal, Caucete, San Martín, Pocito, Sarmiento, Iglesia y Valle Fértil.

Opinión

"Estamos muy preocupados"

Gonzalo Roqueiro - Investigador del INTA

"Estamos muy preocupados en el organismo porque vemos que año a año se vienen reduciendo las partidas para el funcionamiento de la institución. La tendencia es que se le da prioridad al pago de los sueldos, lo que no está mal que así se haga, pero se reducen los montos para el funcionamiento, es decir el mantenimiento de la infraestructura, las inversiones y los programas de extensión.

Dentro de los planes, temas estratégicos que abordamos desde el organismo, y que están en peligro de continuar, hay líneas de investigación y extensión vinculadas al desarrollo productivo del sector agropecuario, agroindustrial y agroalimentario. También se busca el fortalecimiento de la agricultura familiar, apuntando a la competitividad y a la conservación de los recursos naturales".