A partir del mes que viene, el consumo de luz de los hogares sanjuaninos será registrado con un nuevo aumento, el que rondará el 30 por ciento promedio, según quedó plasmado ayer en la reunión de revisión tarifaria que condujo el Ente Provincial Regulador de la Electricidad (EPRE). Se trata del segundo incremento local que la energía tendrá en el año y el más alto del que se tenga registro, ya que en julio comenzaron a llegar facturas con subas del 27,61 por ciento promedio. La resolución, con el porcentaje de suba final, está prevista que salga a fines de agosto, por lo que tendrá impacto en los consumos desde septiembre y, así, quedará reflejada en las boletas que venzan en octubre y noviembre y hacia adelante, justo en los meses en los que se prevé una baja en el consumo eléctrico. El incremento previsto será menor del que propuso la empresa distribuidora Energía San Juan, que solicitó un 46,98 por ciento para todas las tarifas (ver infografía).

A modo de ejemplo, desde el EPRE dieron a conocer en la audiencia que, de existir un incremento que ronde el 30 por ciento, el impacto que tendrá la suba en las facturas para consumos residenciales medios, de unos 620 kWh por mes, será de unos 5.993 pesos. Esto será para los vencimientos de octubre y noviembre de este año.

La audiencia de revisión tarifaria estaba prevista para el 19 de julio, pero fue postergada a pedido de la empresa, por lo que se desarrolló tres días después de las Primarias, Abiertas, Simultáneas y Obligatorias (PASO) y luego de que el Gobierno nacional aplicara una devaluación de 22 por ciento. La audiencia también se realizó después de que el Indec diera a conocer la inflación de julio, que se ubicó en 6,3 por ciento, lo que llevó la suba de precios a un 60,2 por ciento en lo que va del año. Sobre las futuras subas que puedan surgir en el costo de la energía producto de la devaluación, el vicepresidente del EPRE, Roberto Ferrero, indicó que "recién van a ser tratados en la siguiente revisión tarifaria, que se hará en enero. En ese momento, se ajustará cualquier diferencia que surja. El EPRE y Energía San Juan están haciendo una revisión de costos para que sea lo más acertada posible".

El ente regulador lleva adelante dos revisiones tarifarias en el año, una por cada semestre. La anterior, que se definió en diciembre y comenzó a regir desde enero, fue de 27,61 por ciento, pero, para los usuarios, comenzó a reflejarse en las facturas del mes pasado. Esto fue porque el Gobierno tomó la decisión de aportar 1.276 millones de pesos para contener el aumento tarifario en todos los sectores: industrial, comercial y residencial. Se hizo para amortiguar los consumos del verano, donde se registran picos debido al calor. Además, hasta el 31 de agosto, se encuentra en vigencia un subsidio para tarifa social y que tiene impacto en 40 mil hogares que cuentan con ingresos medios y no poseen acceso a la red de gas.

Un punto clave que se surgió de la reunión de ayer es que, para que la suba a los usuarios no sea retroactiva al 23 de julio, habrá un desembolso del Fondo de Contención Tarifaria. Dichos recursos los percibirá Energía San Juan porque, por ley, no se los puede trasladar a los usuarios, ya que las tarifas no son retroactivas. También, percibirá montos de desfasajes detectados en el primer semestre. Entre ambos puntos, desde EPRE calcularon que habrá unos 2.100 millones que surgirán del fondo de contención que, de no existir, debería ser afrontado por los usuarios.

Reclamo
Ferrero disparó fuerte contra ESJ al indicar que “vemos apartamiento respecto al plan de inversiones. Lo marcamos como relevante porque es algo que termina definiendo la calidad de servicio”.

Diferencia
ESJ plantea subas superiores a las que estima EPRE. En este caso, la compañía evaluó incrementos del 57,45 por ciento y el ente regulador de 31,95 por ciento para residentes.