Anoche, el Estadio Cubierto Aldo Cantoni, cobijó en su seno un imponente escenario montado con la mejor tecnología de sonido, luces y pantallas posible, con el fin de sacar el máximo provecho de una partida memorable. Nuevamente, como en otras oportunidades anteriores, Divididos cumplió y dejó satisfechos a sus seguidores para una ocasión especial, esta vez, los 30 años del disco original de 1989, "40 Dibujos Ahí en el Piso". Aunque curiosamente el show llevaba como título 'Haciendo cosas raras', que es la regrabación de ese álbum primigenio, el power trío de Ricardo Mollo, Diego Arnedo y Catriel Ciavarella desplegó todo el arsenal de canciones, desde las más clásicas, hasta las más representativas de su trayectoria, pero en esta oportunidad, con nuevos arreglos y reversiones más pegadizas y eléctricas. Según los organizadores del espectáculo, asistieron unas 3.500 almas, que un gran porcentaje estuvo concentrado en la zona del campo central y que comprendía a varias generaciones, desde jóvenes de 18, hasta veteranos pasando los 45 de edad. Pese a que estaba programado arrancar a las 21.30, hubo una extensa demora de casi 45 minutos, dado que todavía llegaba mucha gente tarde y formaba filas para comprar sus entradas, hecho que retrasó considerablemente el encuentro. Cuando el público se acomodó, empezó a reclamar por los ídolos y arengaban con el clásico cántico popular para hacer el aguante: ''Escúchenlo, escúchenlo, escúchenlo... la aplanadora del rock and roll, es Divididos la p... que lo parió...'; con el terreno preparado y el clima propicio para tocar, Mollo apareció sorpresivamente y les dijo a todos: '¡Buenas noches!'. De inmediato calzó la viola, probó los pedales y puso en marcha sin preámbulos a 'La Aplanadora'. Las luces del escenario se encendieron cerca de las 22.15 y el tándem, dio el primer golpe de efecto con el hit 'Che, ¿qué esperás?', perteneciente al álbum que le sirvió de leitmotiv de la gira. Después sonó 'Los sueños y las guerras', 'Alma de budín' y 'Ay Dios boludo'. Por su puesto, para entrar en calor, metió tempranamente 'Haciendo cosas raras' y lo que desató el pogo en el centro de la cancha de hockey, fue 'Elefantes en Europa'. Al cierre de esta edición, Divididos repasó los mejores éxitos de su carrera hasta la medianoche, reafirmando que su rock seguirá vigente por muchos años más.


FOTOS: DANIEL ARIAS

Ricardo Mollo, el alma del trío, puso voz y corazón en el escenario.
El ritual de siempre. Los fanáticos vivieron con mucha emotividad expresando pogo por aquí, pogo por allá.
El público fue lentamente ocupando el predio y muchos llegaron sobre la hora, retrasando el arranque del show.