El 17 de septiembre desembarcó en Netflix la serie “El juego del calamar” y desde ese momento se encuentra en el top 10 de las más vistas de la plataforma. El director Hwang Dong-hyuk estableció que un grupo de personas endeudadas se animen a jugar juegos de supervivencia para así quedarse con una suma millonaria de dinero.

La historia coreana ha dejado boquiabiertos a muchos espectadores por la crudeza de sus escenas y por los giros inesperados de la trama. Si bien es súper creíble lo que sucede en los 10 capítulos de la serie, todos sabemos que es ficción y a muchos nos llama la atención de cómo se hicieron las tomas.

Y por suerte aparecieron varias fotografías del detrás de escena para que los fanáticos de “El juego del calamar” conozca cómo se hicieron en realidad mucho de los juegos propuestos y de las muertes ocurridas.

“Este proyecto se planeó originalmente en 2008 y 2009. Pensamos en una serie de juegos de supervivencia con características coreanas sería más divertida”, reveló el director de la serie quien también explicó que intentó crear una atmósfera de patios de recreo para que los actores sintieran que era real.

Él pensó que ese tipo de sets haría más real la actuación de todos los artistas en escena. De hecho, Lee Jung-Jae, quien se pone en la piel de Gi-hun, confió que quedó impactado con la producción desde que recibió el guion: “Al entrar al set de filmación todos estábamos ocupados tomando fotos. El set era casi de ensueño”.

La joven que hizo de Sae Byeok, Jung-Ho Yeon, comentó: “Estar en la escena fue fantástico, era como estar en un mundo de fantasía. Pero por otro lado, la situación en sí, era muy emotiva y dramática y teatral”.

La trama de "El juego del calamar"

La serie “El juego del calamar” gira en torno a 456 personas que, por distintos motivos, están en una situación económica complicada con deudas impagables y hasta corren el riesgo de morir tras las amenazas de grupos.

Todos reciben una invitación para participar de una misteriosa competencia que tiene como premio una suma millonaria; deben ganar seis juegos infantiles. Pero después del primero, los competidores descubren que es pura supervivencia y que si no logran el objetivo son asesinados a sangre fría.

Una de las escenas que generó más nervios en la audiencia fue cuando los últimos 16 participantes debieron cruzar el puente de cristal. Según los artistas, grabarla fue aterrador porque el set estaba montado a un metro y medio del suelo. “Las cámaras y luces los ponían nerviosos. Así podríamos mostrar la rigidez inadvertida y el miedo del cuerpo. Era como saltar de un puente alto”, comenta el creador de la serie.

El juego de las canicas también queda grabado en la memoria de los televidentes. “El set era tan real que me dio una extraña nostalgia y una extraña tensión”, comentó Park Hae-Soo, quien se puso en el rol de Sang-woo.

“Creamos lugares y escenarios para que los espectadores piensen en las intenciones ocultas del Juego del Calamar... Para luz verde, luz roja, se jugaba en los callejones en los años 70 u 80 de Corea del Sur. Nos basamos en las ilustraciones de Cheolsoo y Younghee, en los libros de texto de entonces para hacer el robot”, explicó Chae Kyoung-sun, la directora de arte de la serie.

Quien añadió: “El primer juego y el último se jugaron en el mismo set. Queríamos que el lugar pudiera contar una historia cuestionando quién quedaría al último. Se trataba de su conflicto personal. Nos enfocamos en los sentimientos de cuento de hadas del lugar”.

Y frente al final de la primera temporada de la serie de Netflix, el actor que da vida a Sang-woo dijo: “Las imágenes son impactantes, superaron mis expectativas e imaginación”.

Fuente: Los Andes