Lo que iba a ser una fiesta en paz de la multitud que llevó River a Quilmes, terminó empañado por una serie de graves incidentes ocurridos durante los ingresos. Olé habló con el propio Lugones y éste confirmó los hechos, relatando que hubo muchos simpatizantes que quisieron ingresar con entradas truchas. La Policía no les permitió entrar y ahí comenzó el pleito.

Hubo balas de goma y gas pimienta, dejando como saldo un total de aproximadamente 50 detenidos por falsificación de tickets y resistencia a la autoridad. Según relató Lugones, hubo entre 70 y 80 hinchas que quisieron pasar con entradas de la despedida de Cavenaghi, de partidos viejos de Copa Argentina y hasta de recitales del Indio Solari. Insólito.

Asimismo, en la puerta 6, donde entró la gente de River, se registró un incidente entre algunos simpatizantes y miembros de la policía bonaerense, cuando un hincha le trató de arrebatar un handy a un oficial. Cuando los efectivos lo redujeron –el sujeto se mostró agresivo y muy exaltado- hubo algunos empujones de otros simpatizantes, quienes, además, aprovecharon para ingresar sin mostrar las correspondientes entradas. Con el objetivo de reordenar a la hinchada visitante, la guardia de infantería realizó disparos de estruendo, logrando el objetivo de controlar la situación.