Golazo. Spinelli levanta sus brazos para festejar, junto con Gabriel Carabajal, el gol del empate. Claudio Paul fue la satisfacción en el ataque que San Martín necesita.

La falta de gol es uno de los principales problemas de San Martín y ayer Pipo Gorosito se jugó prácticamente la última carta en ofensiva poniendo por primera vez de titular a Claudio Spinelli (20 años). Y el ex Tigre le respondió con el tanto del empate, para convertir su segundo grito y de manera consecutiva dado que frente a Atlético Tucumán (perdió 2-1) había convertido el empate parcial ingresando desde el banco.


Ayer, el máximo goleador de las divisiones inferiores de Tigre, que llegó para esta temporada, resultó una de las variantes que Gorosito introdujo y estrenó titularidad con un verdadero golazo, para devolverle la confianza al entrenador y sacar esa credencial de artillero que San Martín pide a gritos.


Claudio Paul, sí, igual que Caniggia, con su cabellera rubia al viento fue de lo mejor del equipo y no sólo por el gol. Encarador, rápido con los pies, hábil y astuto para pelear todas las pelotas. Spinelli integró el podio de los mejores ayer. Y desde el inicio mismo del partido mostró sus cualidades. A los 2' aprovechó el error del "Cholo" Guiñazú y encaró el área de Talleres pero le taparon el disparo. Y en la siguiente facturó en una jugada enorme desde la gestación hasta la definición que la hizo toda. Lateral defensivo, recibió, descargó en Carabajal, picó y cuando entró al área enganchó y colocó la pelota entre el arquero Herrera y el primer palo.


Pipo le dio la chance y el Spinelli respondió con el gol, el segundo para ser el artillero del equipo en el año al haber anotado los únicos gritos verdinegros.