La escena de la tragedia

La muerte de Hugo Ángel Arroyo (48) al caer de un autoelevador ocurrida el 13 de mayo pasado en el Departamento de Abastecimientos y Depósito Central de Control de Medicamentos de Salud Pública aún carece de elementos para determinar por qué ocurrió.

Es que lo único que se sabe es que este empleado no debía estar subido a una tarima en las uñas de un autoelevador suspendido a unos 7 metros de altura. Pero, ¿quién lo mandó a hacer esta tarea? La Policía del Trabajo le pidió a Salud Pública que informe si el operador del aparato tenía la licencia correspondiente para manejar ese tipo de máquina, pero todavía no lo hizo.

"Le dimos 5 días para que presentara la documentación pero han pedido una prórroga de 10 días", explicó a Radio Sarmiento Walter Escudero, a cargo de la Policía del Trabajo. Tampoco dio cuenta sobre si el montacarga contaba con los service de rigor.

Quien quedó en libertad en las últimas horas fue Santiago Orellano (55), el hombre que manipulaba el autoelevador. 

"La tarea que realizó está expresamente prohibido porque se encontraba (Arroyo) en un lugar donde no debía estar, en una tarima en las uñetas del autoelevador", agregó Escudero, "no había responsable de higiene y seguridad al momento del accidente", sentenció.