Por julio del año pasado, con su título de Reina Nacional del Sol, Abril Oyola consiguió donaciones para los chicos que viven en el distrito La Planta, de Marayes, en Caucete, y viajó para saludarlos, ayudarlos y acompañarlos. Fue esa gente en la que ella pensó, la que en la noche de su despedida subió al escenario del autódromo El Zonda-Eduardo Copello para agradecerle y llevarle un regalo. Ella no pudo contener su emoción.

Micrófono en mano, con una despedida soberana en vivo por primera vez, Abril había dicho: “Gracias, es un placer inmenso estar hoy acá, en este escenario donde hace un año se cumplió mi sueño. Nunca imaginé recibir tanta emoción. He aprendido muchas cosas, pero lo más importante es que aprendí a perder. A perder el miedo al fracaso, a la incertidumbre, al rechazo. He aprendido de los errores para crecer y recordarme todos los días que los humanos no somos perfectos”.

Y cerró: “Este camino no hubiera sido lo mismo sin el apoyo de mi familia, mis amigos, mi compañero de ruta, gracias a cada persona que dejó una huella en mí. ¡Gracias San Juan!”.

Fue entonces cuando le anunciaron la sorpresa: “Entre las muchas acciones solidarias que Abril realizó durante su reinado se destaca una, su visita a Marayes, la localidad en las que nació su padre. Para llevar donaciones y compartir experiencias. Fue hasta La Planta, a ver a sus pobladores. Y ellos están hoy acá”, dijo uno de los locutores.

Abril no pudo contener la emoción, saludó a uno por uno y recibió un cuadro como regalo.

Antes que Abril, también en vivo se había despedido la Virreina, Carolina Oro. La pocitana agradeció diciendo: “Hoy culmina un gran año donde me llevo muchos recuerdos y experiencias, experiencias que me llevo como mujer. Qué nervios es increíble esta gente. Gracias, gracias por estar en esta fiesta. Gracias por permitirnos representar en lo alto a San Juan, con mucho orgullo. Gracias Abril por ser una gran compañera. Pero en especial quiero agradecer a mi familia, que me acompañó en cada momento. Gracias San Juan”.