Mateo, el niño de 9 años que lucha por su vida porque le disparó su padre en la madrugada del pasado jueves, recuperó la conciencia este sábado y ya pidió elementos para poder dibuja, indicaron fuentes judiciales.

Internado en el Hospital Rawson, el niño todavía atraviesa una delicada situación por su salud, ya que el impacto de la bala fue en su cabeza, cercano al pabellón de la oreja derecha.

El trágico suceso ocurrió en la Villa Don Pablo, Rawson. Los padres de Mateo, Julieta Herrera (32 años) y José Luis Miranda (35) se separaron en agosto y discutían sobre la cuta alimentaria. Miranda, se tornó agresivo al punto que sacó un revolver que tenía oculto y luego de diferentes episodios de violencia, le disparó primero a su ex pareja, para luego hacer lo mismo con Mateo y a su hermanito de 4 años. Después intentó suicidarse con el arma.

Las 4 personas fueron trasladadas al nosocomio y el que peor situación atravesaba era Mateo, con el proyectil alojado en su cabeza. Debió ser intervenido quirúrgicamente al menos en dos ocasiones y las fuentes reiteraron que todavía no está fuera de peligro.