Por Celeste Roco Navea
Norma Díaz se presenta como diseñadora y vestuarista. Su vida, desde hace décadas está marcada por la costura, las telas, las agujas y los diseños que puede lograr gracias a su creatividad y capacidad de materializar lo que imagina. Así, aquello que comenzó como un hobbie de la mano de una hija, hoy es su profesión, estilo de vida y sueño cumplido.
“Esto lo hago desde chiquita. Cuando tenía 7 u 8 años mi abuela me enseño a coser a mano y ahí empecé a hacerle ropa a mis muñecas. Yo quería coser a máquina, pero no me dejaban porque era muy pequeña”, recuerda Norma. Aquellas horas que aprendió al lado de su abuela fueron cruciales para desarrollar la habilidad y la pasión por la costura. Descubrió que lo que para algunos era un retazo de tela sin uso, para ella era una falda, un chaleco o alguna prenda que podía hacer para sus muñecas.
La enseñanza continuó en el seno familiar. A los 10 años fue su madre quien, debido a la insistencia de Norma, le enseño a coser a máquina, la misma que hoy sigue teniendo en su casa. “Y todavía funciona”, acota orgullosa.
A los 15 años comenzó a profesionalizar sus conocimientos, perfeccionándose con personas que le ensañaban de moldería y diseño de indumentaria e incluso incursionó en la alta costuran, pero fueron sus hijas quien sin querer le marcó el rumbo.
“Hace unos 20 años mis niñas iban a Español y tenían que bailar. Como ya sabía coser y los trajes de esa danza me encanta, empecé a hacerles el vestuario a ellas. Luego siguió una compañera de la misma academia y gracias al boca en boca seguí confeccionando no solo para las chicas de esa academia, sino de otras. Hoy en día son pocas las academias de San Juan a las que no les he hecho vestuario”, destaca Norma.
Si bien los trajes de danza española son los que más les gusta confeccionar y diseñar, también ha incursionado en otros estilos, como árabe, clásico y urbano.
Los detalles, la precisión de cada puntada, el arte de lograr que cada vestuario se pueda portar con naturalidad sin incomodidad forman parte del sello de Norma, que proyecta seguir creciendo como vestuarista, siempre manteniendo un estilo artesanal con gran dedicación.
La sorpresa para ella llegó este año, cuando fue convocada por la Asociación Estilo San Juan, que nuclea y beneficia a los creadores textiles de la provincia. La invitación fue para ser parte del flashmob de cierre de año que se realizó el pasado 19 de diciembre en el cruce de las peatonales. Como serán las vueltas de la vida que fue precisamente por un vestido de español que diseñó Norma que la presidenta de la asociación, Ana Paredes, la descubrió y no dudó en contactarla.
“Mi idea es seguir, crecer obviamente como vestuarista, que es lo que siempre me gustó hacer y seguir vistiendo a las academias de San Juan, porque no somos muchos los que hacemos esto”, reflexionó Norma.

