Cuando aún continúa prófugo tras la orden de detención de la Justicia, Rodolfo Ridao, el dueño de Radio de Clásicos y Radio Bohemia, la emisora en la que la locutora Claudia Vázquez vivió una situación de violencia de género cuando fue agredida verbalmente por él, se defendió a través de dos audios.

“El audio que ella publica está totalmente editado”, sostuvo Ridao, quien aseguró que la locutora es “una persona muy violenta” que “saca de las casillas a cualquiera” y que “ninguno de los que trabajaban en la radio la aguantaban”.

El dueño de la emisora aseguró que en la grabación no aparece “toda la primera parte donde yo le expreso que no iba a poder seguir trabajando”. Y agrega: “Ahí empieza a insultar a sus compañeros, como es costumbre. A decir que ella era la mejor de la radio y que los demás no servían para nada”.

Ridao reconoció que “estaba muy nervioso” y que dijo “cosas tremendas de las que me arrepiento”. Según su visión de los hechos, Vázquez había “preparado la actitud” que tuvo: “Ella se dirigió a la consola. Yo no me di cuenta porque no estaba pensando en eso. Levantó el micrófono para sacarme al aire cuando yo estaba muy nervioso y, además, me grabó en un celular”. “Ahí solo aparece la parte que me compromete a mi”, afirmó.

“Yo jamás he tenido un acto de violencia en mi radio. Todos los que trabajan acá son mi familia. Ninguno la soportaba”, señaló. Luego contó que la mujer “llamó a la policía” y que cuando llegaron los oficiales “vieron que estaba perfectamente bien, nerviosa al que igual que yo”.

Después del violento hecho que protagonizó en la radio, la locutora subió un video a sus redes sociales y acusó al dueño de “acoso laboral”. “Son cosas totalmente mentirosas”, aseguró Ridao, quién después dijo que “alguien la aconsejó mal” y la mujer “mostró rasguños en su pecho que horas antes no tenía, ni se los había mostrado a la policía cuando vino a la radio”.

“Qué raro que después ella sale con un rasguño en un video. Es una mentira, una calumnia, una farsa, una manera muy sucia de adulterar pruebas. Además, es algo muy infantil porque es una cosa muy fácil de comprobar que yo no le toqué ni un pelo”, indicó.

En el mismo sentido, el dueño de la emisora aseguró: “Es cierto que yo estuve muy nervioso y grité. Pero jamás la hubiera tocado. Los que me conocen desde hace tantos años saben cuál es la relación que yo tengo con todos los que están dentro de la emisora”.