Tal como adelantó DIARIO DE CUYO semanas atrás, la administración de Marcelo Orrego definió que recurrirá al financiamiento internacional para sostener y ampliar la infraestructura provincial en el contexto de ajuste nacional. Ahora, el secretario General de la Gobernación, Emilio Achem, confirmó que existen negociaciones activas con el Banco Interamericano de Desarrollo (BID) y con otros bancos internacionales interesados en proyectos energéticos y viales.
La confirmación llegó en el momento político clave: la presentación del Presupuesto 2026 en la Legislatura. Allí quedó plasmado que, tras dos años de gestión condicionados por la política fiscal de Javier Milei —que recortó drásticamente fondos para obra pública—, San Juan decidió activar su “capacidad crediticia” para garantizar la continuidad de obras estratégicas.
En una entrevista con Estación Claridad, Achem explicó que la definición del orreguismo es: “Utilizar la capacidad de crédito que tiene la provincia, de tomar crédito que todavía tiene”. Y apeló a una metáfora doméstica para graficarlo: “Es como el cupo de la tarjeta de crédito”.
El uso del endeudamiento como herramienta de planificación no es nuevo en el mundo, pero en Argentina suele despertar reacciones adversas. La Provincia busca despejar ese prejuicio. Tal como planteó el vicegobernador Fabián Martín en la cena de la Cámara Argentina de la Construcción (Camarco) en San Juan, la clave es el destino: “No es lo mismo endeudarse para pagar sueldos que para construir infraestructura”. Es decir, deuda para inversión de largo plazo, no para sostener gasto corriente.
Ese razonamiento se alinea con la estrategia nacional. En plena negociación por el Presupuesto 2026, Javier Milei habilitó que las provincias accedan a créditos internacionales con aval del Estado nacional. Fue el ministro del Interior, Diego Santilli, quien ofreció esa herramienta a todos los gobernadores, reconociendo que los organismos multilaterales tienen fondos destinados a infraestructura y que las provincias necesitan motores para reactivar sus planes.
San Juan llega a este escenario con ventaja: es una de las tres jurisdicciones fiscalmente más ordenadas del país, según la Consultora 1816. Ese activo le abre puertas a financiamiento de largo plazo y bajas tasas.
El gobernador Orrego instruyó a su equipo a concentrar la búsqueda de financiamiento en dos frentes críticos: la infraestructura vial y la energía eléctrica.
El proyecto más inmediato es completar la Ruta 40 Sur desde Tres Esquinas hasta el límite con Mendoza. Actualmente está en obra el tramo en Sarmiento (Sección 2), pero quedan pendientes los segmentos Cochagual–Calle 8 y Tres Esquinas–San Carlos. Para acelerar la intervención, San Juan gestiona un crédito con el BID, que ya financia un tramo de la obra y ofrece tasas blandas. “El gobernador está trabajando fuerte para que se apruebe primero el tramo tres, el más estrecho y deteriorado”, señaló Achem. La Ruta 40 Norte, hacia Jáchal, también es prioridad, aunque se busca financiamiento alternativo.
La otra gran apuesta es la construcción de una línea de alta tensión fundamental para el desarrollo minero y energético. La obra, superior a los 600 millones de dólares, conectaría Tocota con la zona de Vicuña, atravesando San Guillermo. Sin ese tendido, la energía generada en los parques solares no puede comercializarse.
Achem fue contundente: “Por muchos parques solares que se construyan, si no hay tendido eléctrico para transportar esa energía, no se puede vender. Es como producir pan y guardarlo en tu casa. No sirve”.
El nuevo aval nacional para que las provincias accedan a créditos internacionales constituye un giro relevante. La señal más visible fue la reciente contragarantía otorgada a Mendoza para un crédito de 75 millones de dólares destinado a obras de agua potable. Ese antecedente marca una nueva dinámica: financiamiento disponible, tasas favorables y una Casa Rosada dispuesta a acompañar proyectos productivos.

