Iscot había perdido la licitación frente a la compañía Prozeta. Hubo confusión y malestar de unos 200 empleados.
El gremio mercantil insiste con la idea, que ya estuvo en práctica el año pasado, ahora para trabajar de 9 a 17.
No descartan la posibilidad de firmar un acuerdo en la Subsecretaría de Trabajo para oficializar el convenio.
En el gremio no quieren trabajar ese día porque dicen que después no les pagan el jornal extra que marca la ley.
Es el doble que hace un año. Lo atribuyen a la caída de ventas, encarecimiento de alquileres y servicios.
Los que tomaron la decisión de abrir sus negocios son los propietarios de Capital, Chimbas y Pocito.