
En el sector atribuyen el fenómeno al impacto de la guerra en Ucrania y a la suba de los insumos por el dólar.
Ahora hay 3.830 ha registradas en Senasa. Exportadores celebran apertura sin trabas del mercado de Brasil.
También subieron envíos de pasas y uvas, en cambio el mosto perdió terreno en volumen y facturación.
Ese país dará un alivio fiscal a importadores que hará más competitivo al producto. Las bodegas lo celebran.
Por segunda vez aplican aranceles, pero más altos. Afecta los envíos locales a su principal destino.
Aunque ya no se exige bromurar, temen que falten insumos importados y el tipo de cambio no es competitivo.
Su implementación regirá hasta el 30 de septiembre. Prevén una liquidación de u$s5.000 millones en el mes.
Hoy pagan entre 3 y 4,5% de derechos de exportación. El beneficio será para las operaciones incrementales superiores a las de 2020.
Se trata de su peor marca desde 2014, de acuerdo a los datos dados a conocer.
La idea es ofrecer un dólar 30 o 40% más caro que el oficial para tentar a los productores a liquidar la soja guardada en silobolsas.
La guerra en Ucrania le pegó a la exportación de vinos, pero los buenos precios amortiguaron el golpe.
En el Gobierno y en las empresas creen que el cambio en el sistema favorecerá a los próximos proyectos.
Será optativo. Las empresas que adhieran pagarán un impuesto variable teniendo en cuenta el precio internacional del commoditie.
La Aduana, con apoyo de la Policía Federal, hizo 15 allanamientos a 8 empresas que estarían involucradas.